Canadá impulsa Ley C-63 para censurar “discurso de odio” en redes sociales
Críticos de la ley la califican como “totalitaria” y “orwelliana”, y temen que pueda ser utilizada para discriminar a ciertos grupos minoritarios.
CANADÁ.- Canadá se encuentra en medio de un acalorado debate sobre la Ley C-63, también conocida como Ley de Daños en Línea, presentada por el gobierno con el objetivo de combatir el discurso de odio y proteger a los usuarios en línea, especialmente a los menores.
Defensores de la ley la consideran una herramienta necesaria para hacer frente a la creciente ola de acoso y hostigamiento en línea, que puede tener un impacto devastador en las víctimas. Argumentan que la ley permitirá a las plataformas de redes sociales eliminar contenido dañino de manera más efectiva y brindará a las víctimas la oportunidad de obtener justicia.
Sin embargo, numerosos críticos han expresado su profunda preocupación por las posibles repercusiones de la ley en la libertad de expresión. Advierten que la ley podría ser utilizada para silenciar a opositores políticos y críticos del gobierno, sofocar la disidencia legítima y crear un ambiente de miedo a la autocensura.
Entre los aspectos más controvertidos de la ley se encuentran:
- La posibilidad de encarcelamiento de hasta por vida por infringir las leyes de expresión en redes sociales.
- La creación de un regulador que supervisaría la conducta en las plataformas de Internet y perseguiría todo tipo de discursos que los legisladores consideren dañinos.
- La capacidad de cualquier ciudadano anónimo de denunciar contenido que considere dañino, sin necesidad de ser la víctima directa.
Críticos de la ley la califican como “totalitaria” y “orwelliana”, y temen que pueda ser utilizada para discriminar a ciertos grupos minoritarios.
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Un tribunal canadiense ya ha emitido un fallo en contra de la ley, condenando al ministro de Medio Ambiente y a dos altos cargos por bloquear a un periodista en Twitter. Este fallo representa una victoria para la libertad de expresión, pero aún queda por ver cuál será el impacto final de la Ley C-63.