Rebeldes hutíes atacan buques en el Mar Rojo: dos de los cuales eran barcos estadounidenses
Aunque Estados Unidos no ha reaccionado oficialmente, la situación resalta la amenaza que los hutíes representan para la seguridad marítima en la región.
SANÁ.- Los rebeldes hutíes de Yemen reivindicaron la madrugada de este domingo una serie de ataques contra seis buques en el mar Rojo, dos de los cuales eran barcos estadounidenses: un destructor y el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower. Este último ya había sido atacado el viernes. El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, informó en un comunicado que el movimiento, respaldado por Irán, llevó a cabo seis operaciones militares en la región.
La primera operación tuvo como objetivo el portaaviones Eisenhower y se ejecutó “con varios misiles y aviones no tripulados”. Este ataque representó el segundo contra el portaaviones en un lapso de 24 horas. La segunda acción fue dirigida a un destructor estadounidense, que fue atacado directamente con “varios aviones no tripulados”. Las otras cuatro operaciones se centraron en buques pertenecientes a empresas que, según los hutíes, “violaron la prohibición de entrar en los puertos de la Palestina ocupada”.
Sarea especificó que el buque Maina, un carguero bajo la bandera de Malta, fue blanco de dos operaciones: una en el mar Rojo y otra en el mar Arábigo. Además, el buque Al Oraiq, con bandera de las Islas Marshall, fue alcanzado en el océano Índico, mientras que el buque cisterna Abliani, también con bandera maltesa, fue atacado en el mar Rojo. Según el portavoz hutí, todas estas operaciones lograron sus objetivos “con éxito” y los impactos fueron “precisos y directos”.
Impacto y Reacciones Internacionales
El viernes, los hutíes ya habían reivindicado un primer ataque contra el portaaviones Eisenhower, aunque hasta el momento, Estados Unidos no ha emitido una respuesta oficial sobre estos incidentes. El estado del portaaviones, considerado uno de los buques más importantes de la flota naval estadounidense, sigue siendo desconocido. La falta de reacción oficial por parte de Estados Unidos mantiene la incertidumbre sobre el alcance y las consecuencias de los ataques.
En respuesta a los ataques de los hutíes contra buques comerciales en el mar Rojo, Estados Unidos y el Reino Unido iniciaron a mediados de enero una campaña de bombardeos contra posiciones de los insurgentes en Yemen. Esta acción tiene como objetivo contrarrestar los esfuerzos de los hutíes por interrumpir la navegación en la región, especialmente contra navíos que consideran vinculados a Israel o que se dirigen a puertos israelíes.
La situación en Yemen sigue siendo extremadamente volátil, con los hutíes demostrando una capacidad creciente para llevar a cabo ataques sofisticados contra objetivos de alto perfil. La implicación de Irán en el respaldo a los hutíes añade una capa de complejidad a la ya tensa situación en el Medio Oriente, exacerbando las rivalidades regionales y el conflicto internacional.
Consecuencias para la Seguridad Marítima
Estos incidentes subrayan la creciente amenaza que representan los hutíes para la seguridad marítima en una de las rutas comerciales más importantes del mundo. Los ataques en el mar Rojo y otras áreas circundantes no solo afectan a los buques militares, sino también a los comerciales, creando un ambiente de incertidumbre y peligro para todas las embarcaciones que transitan la región.
La comunidad internacional está llamada a tomar medidas para asegurar la libre navegación y proteger los intereses comerciales globales. Mientras tanto, las acciones de los hutíes seguirán siendo un factor crucial a vigilar, ya que sus operaciones demuestran una capacidad técnica y estratégica significativa, respaldada por el apoyo de potencias regionales como Irán.
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La situación requiere una respuesta coordinada y eficaz para mitigar los riesgos y garantizar la estabilidad en el mar Rojo y áreas adyacentes. Las acciones de los hutíes y la falta de una reacción clara por parte de Estados Unidos resaltan la necesidad de una estrategia integral que aborde tanto las amenazas inmediatas como las raíces del conflicto en Yemen.