Juicio Hunter Biden: Llega la primera dama Jill Biden y su hijo a la Corte por caso de posesión ilegal de armas
Este día se realizará la selección del jurado a cargo del caso contra el hijo del presidente Joe Biden.
ESTADOS UNIDOS.- Hunter Biden, llegó a la corte este lunes para dar inicio a su juicio con la selección del jurado.
El hijo del presidente Joe Biden enfrenta un caso federal de armas, tras el colapso de un acuerdo con los fiscales que habría evitado el espectáculo de un juicio tan cercano a las elecciones de 2024.
La primera dama Jill Biden llegó poco después, entrando al juzgado en apoyo a su hijo.
Hunter Biden, quien pasó el fin de semana con sus padres, ha sido acusado en Delaware de tres delitos graves derivados de una compra de armas en 2018 cuando, según su autobiografía, estaba en pleno auge de una adicción al crack.
Las acusaciones en su contra
Se le acusa de mentir a un distribuidor de armas con licencia federal, hacer una declaración falsa en la solicitud utilizada para evaluar a los solicitantes de armas cuando dijo que no era usuario de drogas, y poseer ilegalmente el arma durante 11 días.
Él se ha declarado no culpable y ha argumentado que está siendo injustamente perseguido por el Departamento de Justicia, después de que los republicanos denunciaron el ahora fallido acuerdo como un trato especial para el hijo del presidente demócrata.
El juicio se produce pocos días después de que Donald Trump, el presunto candidato presidencial republicano de 2024, fuera condenado por 34 delitos graves en la ciudad de Nueva York.
Un jurado declaró culpable al expresidente de un esquema para encubrir un pago de dinero secreto a una actriz porno para evitar daños a su campaña presidencial de 2016. Los dos casos criminales no están relacionados, pero su proximidad subraya cómo la sala de justicia criminal ha tomado el centro del escenario durante la campaña de 2024.
Hunter Biden también enfrenta un juicio separado en California en septiembre por cargos de no pagar $1.4 millones de dólares en impuestos. Ambos casos debían resolverse mediante un acuerdo con los fiscales en julio pasado, la culminación de una investigación de años sobre sus negocios.
Pero la jueza Maryellen Noreika, nominada al tribunal por Trump, cuestionó algunos aspectos inusuales del acuerdo, que incluía una declaración de culpabilidad por delitos menores para resolver los crímenes fiscales y un acuerdo de desvío sobre el cargo de armas, lo que significaba que mientras se mantuviera fuera de problemas durante dos años, el caso sería desestimado.
Los abogados discutieron sobre el acuerdo, no pudieron llegar a una resolución, y el trato se desmoronó. El Fiscal General Merrick Garland luego nombró al principal investigador como fiscal especial en agosto, y un mes después Hunter Biden fue acusado.
Este juicio no trata sobre los negocios extranjeros de Hunter Biden, que los republicanos han aprovechado sin evidencia para intentar pintar a la familia Biden como corrupta. Pero excavará algunos de los momentos más oscuros de Hunter Biden y los pondrá en exhibición.
Por su parte, el presidente Biden, en un cambio de planes de última hora, se trasladó de su hogar en Rehoboth Beach a su residencia en Wilmington el domingo por la noche. Abordar un helicóptero el domingo fue la única vez que el presidente fue visto públicamente sin su hijo en todo el fin de semana.
Hunter Biden llegó primero al juzgado de Delaware el lunes. La primera dama, que cumplió 73 años el lunes, fue la segunda en llegar, unos 15 minutos después y entró rápidamente en la corte, flanqueada por agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos.
La hermana de Hunter Biden, Ashley Biden, también estuvo en la corte para apoyarlo.
Los fiscales esperan mostrar que Hunter Biden estaba en pleno apogeo de la adicción cuando compró el arma y, por lo tanto, mintió en los formularios. Han dicho que planean usar como evidencia su autobiografía publicada, y también pueden introducir contenidos de una computadora portátil que dejó en una tienda de reparación en Delaware y nunca recuperó.
Los contenidos llegaron a los republicanos en 2020 y se filtraron públicamente, revelando fotos embarazosas y personales en las que el hijo del presidente de Estados Unidos a menudo está desnudo y consumiendo drogas, y mensajes en los que pregunta a los traficantes sobre drogas.
La jueza preguntará a un grupo de posibles jurados una serie de preguntas para determinar si pueden servir imparcialmente en el jurado, incluyendo si han donado a campañas políticas o se han postulado para un cargo político. Ella preguntará si sus opiniones sobre la campaña presidencial de 2024 les impiden ser imparciales.
También va a preguntar si los posibles jurados creen que Hunter Biden está siendo procesado porque su padre es el presidente. Además, preguntará sobre la compra de armas y problemas de adicción, incluyendo: “¿Cree usted que alguien que es adicto a las drogas no debería ser acusado de un crimen?”
El caso contra Hunter Biden se deriva de un período en el que, según su propia confesión pública, era adicto al crack. Su descenso a las drogas y el alcohol siguió a la muerte de su hermano, Beau Biden, por cáncer en 2015. Compró y poseyó un arma durante 11 días en octubre de 2018 e indicó en el formulario de compra de armas que no estaba consumiendo drogas.
Hunter Biden se ha declarado no culpable en ambos casos, y sus abogados han sugerido que podrían argumentar que él no se veía a sí mismo como un adicto cuando los fiscales dicen que marcó “no” a la pregunta en el formulario. También atacarán la credibilidad del dueño de la tienda de armas.
Mientras tanto, los fiscales también planean llamar como testigos a la exesposa de Hunter Biden y a la viuda de su hermano, Hallie, con quien se involucró románticamente.
Si fuera condenado, podría enfrentar hasta 25 años de prisión, aunque los delincuentes primerizos no reciben ni de cerca el máximo y no está claro si la jueza le daría tiempo en prisión.
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