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Capital de Bolivia vuelve a la calma tras intento de golpe de estado

Medios locales reportaron calma en las inmediaciones de los principales cuarteles de la ciudad.

Capital de Bolivia vuelve a la calma tras intento de golpe de estado

La tranquilidad volvió el jueves a las calles de La Paz, Bolivia, pocas horas después de un fallido intento de golpe militar contra el presidente Luis Arce, que había sumido al país en la incertidumbre y el caos político.

El tráfico era fluido en la capital boliviana, los supermercados se preparaban para abrir sus puertas y las colas en las estaciones de combustible habían desaparecido. Seguidores del presidente mantuvieron una vigilia frente a la comisaría donde está detenido el general Juan José Zúñiga, líder del levantamiento militar que no logró apoyo en otras unidades castrenses

Los canales de televisión informaron temprano el jueves sobre la calma en las inmediaciones de los principales cuarteles de la ciudad. De igual manera, las terminales de autobuses reportaron normalidad en los viajes hacia el interior del país.

La policía de tráfico ha informado de total normalidad en las carreteras”, comentó Amelia Ruiz, una vendedora de boletos de autobús en La Paz.

En la vecina ciudad de El Alto, vecinos salieron a cortar las calles de uno de los barrios en protesta por “el golpe de Estado”.

En las calles todavía parecía flotar la duda sobre lo ocurrido en la tarde del miércoles cuando al mando de tanques y soldados armados Zúñiga, el destituido comandante general de las Fuerzas Armadas tomó por asalto el palacio presidencial en La Paz en lo que el gobierno llamó un “fallido golpe de Estado”.

Antes de ser arrestado por la policía en puertas del principal cuartel de las Fuerzas Armadas en La Paz, Zúñiga dijo a los medios que el propio presidente Arce la había encargado “hacer algo” para levantar la popularidad del mandatario afectada por una crisis económica, fuertes disputas en el partido gobernante y un creciente clima de malestar social.

Varios ministros del presidente Arce, entre ellos María Nela Prado, ministra de la Presidencia y brazo derecho de Arce, rechazaron las versiones de Zúñiga de un supuesto autogolpe. “Buscaban descabezar al gobierno y atentar contra el mandatario”, dijo la ministra al final de la agitada jornada del miércoles.

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