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La maravillosa y horrible historia de la presa Hoover, que actualmente enfrenta niveles de agua crítico

La construcción comenzó en 1931 y finalizó en 1936.

La maravillosa y horrible historia de la presa Hoover, que actualmente enfrenta niveles de agua crítico

CALIFORNIA.-La presa Hoover es un ícono de la ingeniería y la historia de Estados Unidos, construida para proveer electricidad y agua en el árido oeste del país a principios del siglo XX.

Autorizada por el Congreso en 1928 como la presa Boulder, se ubicó en el Cañón Negro entre Nevada y Arizona.

La construcción comenzó en 1931 y finalizó en 1936, empleando a 5251 trabajadores bajo condiciones extremas de calor, alcanzando hasta los 48 grados Celsius, según reporta un video del canal de YouTube Concerning Reality.

Aunque no es la presa más grande del mundo, la presa Hoover es la mayor de concreto en Estados Unidos y una atracción turística global.

Suministra agua para la agricultura en el desierto circundante, así como agua potable para ciudades como Los Ángeles y Las Vegas, además de generar electricidad para casi ocho millones de personas en Arizona, California y Nevada.

Las muertes en la construcción de la presa Hoover

Durante su construcción, la presa enfrentó desafíos significativos, incluyendo la pérdida de 112 vidas debido a accidentes laborales y enfermedades como la neumonía atribuida a envenenamiento por monóxido de carbono en los túneles de desviación.

A pesar de estos riesgos, el proyecto continuó, empleando a una diversa fuerza laboral que incluía desde nativos Apache hasta trabajadores migrantes.

La presa fue oficialmente dedicada como presa Hoover en 1947 y se convirtió en la estructura artificial más grande del mundo en su época.

Su construcción formó el embalse Lake Mead, el más grande de Estados Unidos, marcando un hito tanto en ingeniería como en la historia americana del siglo XX.

La presa Hoover y la crisis de agua actualmente

La presa Hoover, con un nivel de agua actual de 1062 pies sobre el nivel del mar, está experimentando una tendencia a la baja que la sitúa en un estado crítico según lo establecido en el Acta 319 y Acta 323.

Si el nivel desciende a 950 pies, podría afectar significativamente la producción de energía eléctrica. Si desciende a 895 pies, entraría en estado muerto de almacenamiento, lo que implicaría que ya no se podría distribuir agua.

El doctor e investigador Alfonso Cortez del Colegio de la Frontera Norte advierte que esto resultaría en nuevos recortes en la distribución de agua para la región.

¿Habrá recortes de agua?

Se espera que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) anuncie recortes el 15 de agosto, basándose en la evaluación de los niveles de agua para el 1 de enero de 2025.

Según Cortez, los recortes podrían alcanzar hasta 99 millones de metros cúbicos, con 37 millones como ahorros y 62 millones como reducciones. Además, el Acta 330, vigente desde el 1 de abril, impone recortes adicionales de más de 400 millones de metros cúbicos en los próximos tres años, sumándose a los acuerdos del Acta 323.

El objetivo principal para México es mantener o al menos mitigar el descenso abrupto del nivel del agua, dado que desde que los niveles cayeron por debajo de 1090 pies sobre el nivel del mar, se han aplicado medidas de ahorro.

Ambas actas tienen validez hasta el 31 de diciembre de 2025, pero si la tendencia a la baja continúa, podrían implementarse nuevas medidas de recorte adicionales para proteger los recursos hídricos de la región.

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