“A un paso de una potencial guerra civil”: ¿Qué habría causado el asesinato de Donald Trump?

WASHINGTON.-En un rally en Pensilvania el 13 de julio de 2024, Estados Unidos experimentó otro episodio violento en su política cada vez más polarizada con un intento de asesinato contra Donald Trump, quien se ha convertido oficialmente en el candidato presidencial del Partido Republicano para las elecciones de 2024.

Trump sobrevivió al intento de asesinato cuando, según informes iniciales, una bala rozó su oreja. Sin embargo, un asistente al rally fue asesinado y varios espectadores resultaron heridos, mientras que el presunto agresor también falleció.

Naomi Schalit, editora de política de The Conversation, entrevistó al académico Arie Perliger de la Universidad de Massachusetts en Lowell después del evento. Perliger, experto en violencia política y asesinatos, ofreció perspectivas basadas en sus estudios. Dada la marcada polarización política en Estados Unidos, Perliger comentó que “no es sorprendente que eventualmente la gente recurra a la violencia”.

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“A un paso de una potencial guerra civil”

Schalit le preguntó a Perliger cuál fue su primera reacción al escuchar la noticia, a lo que él respondió que sintió que estaban “a un paso de una potencial guerra civil”. Perliger sugirió que la muerte de Trump podría haber desatado un nivel de violencia y resentimiento sin precedentes en Estados Unidos, superando todo lo visto hasta ahora.

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¿Qué hubiera causado el asesinato de Donald Trump?

El intento de asesinato, al menos en esta etapa inicial, podría validar un sentimiento extendido entre los seguidores de Trump y la extrema derecha de que están siendo deslegitimados y excluidos del proceso político, con esfuerzos por impedir que Trump regrese a la Casa Blanca.

Perliger explicó que los intentos de asesinato político no solo buscan matar a alguien, sino que tienen objetivos políticos más amplios. Muchos perpetradores ven los asesinatos como una herramienta rápida y efectiva para lograr sus objetivos políticos cuando perciben que los métodos tradicionales de lucha política no serán suficientes. En el caso de Trump, Perliger destacó que su figura ha dominado el movimiento conservador, y su remoción podría ser vista por algunos como la solución a sus problemas políticos.

En términos más amplios, Perliger señaló que la polarización creciente en Estados Unidos desde la década de 2000 ha llevado a un sistema político disfuncional, donde la colaboración entre diferentes partidos y movimientos se ve como traición, y donde ambos lados se ven a sí mismos en una lucha a muerte por el control del país.

Perliger advirtió que si los procesos electorales no pueden abordar las grietas políticas más profundas y permitir la colaboración entre diferentes grupos, el riesgo de violencia política, incluidos los asesinatos de figuras políticas, seguirá siendo una amenaza significativa para la democracia en Estados Unidos.