En Brasil utilizan buzos para trasladar droga

BRASIL.- En los oscuros confines de los puertos brasileños, una peligrosa actividad nocturna ha tomado fuerza: el uso de buzos profesionales por parte de narcotraficantes para ocultar grandes cantidades de drogas en barcos. Este método, aunque lucrativo, conlleva riesgos mortales, como lo demuestran varios casos de buzos contratados que perdieron la vida en el cumplimiento de su labor.

Los buzos empleados por las organizaciones criminales operan principalmente en puertos estratégicos como Santos (SP), Vila Velha (ES) y Pecém (CE). Su tarea consiste en esconder ladrillos de cocaína en las estructuras sumergidas de graneleros y buques de carga. Usualmente, la droga se coloca en tanques marinos, utilizados para captar agua de lastre o refrigeración.

El Puerto de Santos destaca como epicentro de estas operaciones ilícitas, con cifras alarmantes de incautaciones. En el último año, se descubrieron más de dos toneladas de cocaína ocultas de esta manera, representando un aumento respecto a años anteriores. Esta tendencia ha llevado a las autoridades a intensificar las inspecciones y expandir el uso de escáneres, incluso en nuevos destinos internacionales como Rusia e Israel.

Expansión y diversificación

La distribución de estas actividades delictivas muestra una expansión geográfica significativa. São Paulo lidera las incautaciones con cuatro mil 711 kg, seguido por estados como Río de Janeiro, Espíritu Santo y Ceará. Esta diversificación responde a estrategias de las facciones criminales como el Primer Comando de la Capital (PCC), que buscan nuevas rutas ante las crecientes medidas de seguridad en puertos tradicionalmente controlados.

Detectar y prevenir el uso de buzos como método de contrabando representa un desafío para las autoridades brasileñas. A menudo, estas operaciones son más difíciles de detectar que las realizadas mediante contenedores marítimos estándar. Según expertos, la falta de equipos especializados en buceo por parte de la Policía Federal y la Hacienda Federal limita la efectividad de las acciones preventivas.

Riesgos y limitaciones

El uso de buzos enfrenta obstáculos inherentes, incluyendo la alta peligrosidad de las operaciones en aguas turbias y cercanas a las estructuras portuarias. Según informes de la ONU, el riesgo de accidentes es alto, lo que puede resultar en la pérdida de vidas humanas y la inutilización de grandes cantidades de drogas.

La mano de obra y sus implicaciones

La mano de obra empleada en estas operaciones ilegales proviene tanto de los propios puertos brasileños, donde buzos trabajan legalmente en tareas de reparación y limpieza, como de extranjeros contratados específicamente para estas actividades. Este último caso se evidenció recientemente con la detención del español Joaquín Francisco Giménez, conocido como el “PCC Aquaman”, quien operaba en puertos clave como Santos y Vitória.