Niña de 4 años fue encadenada, torturada y electrocutada con un collar de descargas eléctricas durante mucho tiempo
En la “casa de los horrores” encontraron videos de torturas en contra de la pequeña de 4 años y evidencias que demostraron el abuso, como cadenas y un collar de descargar eléctricas
PORTLAND, Oregon.- Javon Markquez Ingram, de 31 años, y Larissa Duncan, de 47 años, fueron condenados a 15 y 10 años de prisión, respectivamente, por torturar a una niña de 4 años en su hogar en Portland, Oregon.
La niña, cuya identidad se mantiene en anonimato, sufrió graves abusos durante un período prolongado, que incluyó tortura física y psicológica severa.
El abuso sale a la luz
El caso salió a la luz cuando Ingram llevó a su hija al hospital en diciembre de 2022 debido a convulsiones. El personal médico del Randall Children’s Hospital descubrió más de treinta lesiones en el cuerpo de la niña y notificó inmediatamente a las autoridades.
Las lesiones eran indicativas de abuso prolongado, incluyendo marcas de ataduras y golpes, informó The Mirror.
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Durante la investigación, se encontraron evidencias perturbadoras en el hogar de Ingram, como videos de tortura y una tabla de madera con bridas. Inicialmente, Ingram alegó que las heridas de la niña eran autoinfligidas, pero las pruebas recopiladas demostraron lo contrario.
Demanda a favor de la niña
Tras la condena de Ingram y Duncan, un abogado que representa a la niña presentó una demanda por 15 millones de dólares contra el Departamento de Servicios Humanos de Oregon. La demanda sostiene que la agencia desatendió múltiples reportes de abuso durante varios años.
Documentos policiales indican que Ingram obtuvo la custodia de la niña en enero de 2019, tras la adicción a las metanfetaminas de la madre.
¿Cómo eran los abusos?
La niña, quien nunca asistió a la escuela y fue alimentada exclusivamente con comida licuada, reveló que era frecuentemente atada con cinta adhesiva, vendajes, bridas y cadenas. Además, mencionó haber sido golpeada con un cinturón y sometida a descargas eléctricas.
En sus declaraciones, describió cómo era atada y sometida a torturas mientras estaba confinada en una silla alta y restringida en un baño o garaje.
Investigación y arrestos
Después de que la niña fue tratada en el hospital, las autoridades obtuvieron una orden de registro y realizaron una búsqueda en la residencia de Ingram, donde encontraron más pruebas de abuso.
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Los exámenes médicos confirmaron que las lesiones no eran autoinfligidas, como Ingram había intentado argumentar.
La pediatra Heather McKeag, especialista en abuso infantil, clasificó las heridas de la niña como “tortura”, lo que llevó al arresto de Ingram en noviembre de 2022.
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