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¿Por qué Irán es tan difícil de derrotar?

Irán se presenta como un adversario formidable en la región de Oriente Medio, gracias a su geografía, historia y cohesión social.

¿Por qué Irán es tan difícil de derrotar?

Irán se enfrenta a una compleja serie de desafíos en el ámbito geopolítico, lo que lo convierte en un adversario formidable en la región de Oriente Medio. A pesar de la presión externa, el país ha logrado mantener su autonomía e integridad territorial durante siglos. Esto plantea la pregunta: ¿qué hace que Irán sea tan resistente a las amenazas externas y a las invasiones?

Contexto geopolítico

En un panorama geopolítico marcado por tensiones y conflictos, como el enfrentamiento reciente en Gaza, las escaramuzas en el sur del Líbano y las actividades de los rebeldes hutíes en el Mar Rojo, Irán ha trabajado incansablemente para debilitar la influencia estadounidense e israelí en la región. A través de ataques de precisión y operaciones encubiertas, su objetivo es expulsar a estas potencias de Oriente Medio. Esta estrategia se ve respaldada por una larga historia de resistencia, ya que Irán ha mantenido sus fronteras aproximadamente inalteradas durante más de 500 años, desafiando a diversas superpotencias, desde romanos y árabes hasta turcos, rusos y británicos.

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Fortalezas geográficas

La geografía de Irán desempeña un papel crucial en su resistencia, dice el canal de YouTube Historia Geopolítica. Las montañas, como los Montes Zagros y Elbur, forman barreras naturales que protegen al país de invasiones y ataques directos. Estas formaciones topográficas dificultan la movilidad de fuerzas extranjeras y han permitido que Irán resista a lo largo de su historia. Por ejemplo, el terreno montañoso complica la vigilancia y el control de regiones distantes, lo que ha llevado a Irán a otorgar cierto grado de autonomía a las regiones conquistadas.

Además, la posición geográfica de Irán le proporciona un considerable poder de negociación. El estrecho de Ormuz, por donde transita alrededor del 20% del petróleo mundial, otorga a Teherán una influencia muy importante en el mercado energético global. Sin embargo, esta dependencia también conlleva vulnerabilidad; un bloqueo de este estrecho podría desestabilizar la economía mundial.

Diversidad étnica y tensiones internas

Irán es un país multiétnico donde los persas constituyen entre el 55% y el 60% de la población. El resto incluye kurdos, árabes, turcomanos y otros grupos. Esta diversidad étnica, aunque representa una fortaleza cultural, también plantea desafíos para la cohesión nacional. La centralización del poder en Teherán ha erosionado las libertades políticas de estos grupos, lo que ha llevado a tensiones internas y movimientos de autonomía.

Internacionalmente, estas tensiones étnicas han sido aprovechadas por adversarios de Irán, como Israel y Arabia Saudí, quienes buscan fomentar el separatismo en regiones con poblaciones minoritarias. Sin embargo, la historia ha demostrado que los intentos de fragmentar Irán desde el exterior han fracasado. Durante la Guerra Irán-Irak, por ejemplo, Saddam Hussein intentó avivar las divisiones étnicas de Irán, pero la narrativa nacionalista chií promovida por Teherán logró unir a la población en torno a un sentido de identidad común.

Identidad nacional y cohesión social

La creación de una identidad nacional ha sido fundamental para la resistencia de Irán. Desde la fundación del Imperio Safávida en 1501, donde el chiísmo se estableció como la religión del estado, se ha fomentado una unidad cultural que trasciende las diferencias étnicas. Esta homogeneidad religiosa, donde entre el 90% y el 95% de la población se identifica como chií, ha contribuido a una cohesión social que ha mantenido unida a la nación en momentos de crisis.

La resistencia de Irán se debe a una combinación de factores geográficos, históricos y socioculturales. Las montañas actúan como barreras protectoras, mientras que la diversidad étnica, aunque desafiante, ha sido superada por una narrativa unificadora que promueve el chiísmo. A pesar de los intentos de los adversarios de explotar estas divisiones, Irán ha demostrado una notable capacidad para resistir y adaptarse, lo que complica cualquier esfuerzo por derrocar su influencia en la región.

Contexto reciente: Tensión con Israel

Recientemente, la tensión entre Irán e Israel ha escalado, especialmente después de que Israel atacara la sede de los servicios de inteligencia de Hezbolá en Beirut. Este ataque fue parte de una campaña más amplia contra Hezbolá, un grupo que Irán apoya fuertemente en la región. El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenéi, prometió que Irán y sus aliados no retrocederían en su resistencia contra Israel. La escalada de violencia ha generado preocupación en el mercado energético, elevando los precios del petróleo ante la posibilidad de un ataque a las instalaciones petroleras de Irán.

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