Los drones rusos cazan civiles, según evidencia

KHERSON, UCRANIA. — En Kherson, una ciudad del sur de Ucrania, los ataques con drones han cobrado un precio devastador en la población civil. Serhiy Dobrovolsky, un comerciante de artículos de ferretería, se convirtió en una de las 30 víctimas fatales de estos ataques desde el 1 de julio, cuando un dron ruso lanzó una granada sobre él mientras conversaba con un vecino en su patio. Su esposa, Angela, relata con dolor que su marido murió antes de que llegara la ambulancia, víctima de un trozo de metralla que le atravesó el corazón, según BBC.

Un aumento alarmante en los ataques

Desde el inicio de este repunte de violencia, la administración militar de Kherson ha registrado más de 5,000 ataques con drones, dejando a más de 400 civiles heridos. La situación ha transformado la guerra en Ucrania, ya que ambos bandos han comenzado a utilizar drones para atacar objetivos militares. Sin embargo, los testimonios y la evidencia recopilada sugieren que Rusia está dirigiendo sus ataques indiscriminadamente contra civiles.

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Testimonios desgarradores

Angela, quien fue testigo de la muerte de su esposo, cuestiona la ética de estos ataques:

¿Así es como quieren luchar, bombardeando a la gente que camina por la calle?

Si se confirma que Rusia está atacando intencionalmente a civiles, esto constituiría un crimen de guerra.

El miedo se apodera de la ciudad

Aunque el ejército ruso no ha respondido a las acusaciones, los videos compartidos en redes sociales muestran drones siguiendo a civiles antes de lanzar explosivos, sugiriendo un patrón sistemático de ataques dirigidos. Además, se ha reportado que los drones también son utilizados para lanzar minas en rutas peatonales, aumentando aún más el riesgo para los habitantes de Kherson.

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El clima de miedo se hace palpable en la ciudad. Kristina Synia, quien trabaja en un centro de ayuda, describe la constante sensación de ser observada, afirmando que los drones son más aterradores que los bombardeos tradicionales.

Cuando oímos el lanzamiento de un proyectil desde el otro lado del río, tenemos tiempo de reaccionar. Con los drones, es fácil perderse el sonido

—  señala Olena Kryvchun,

quien tuvo una experiencia cercana a la muerte cuando un dron destruyó su coche.

Un futuro incierto

La población de Kherson vive en un estado de constante alerta. Las autoridades locales advierten que la situación podría empeorar con la llegada del invierno, ya que las hojas caen y los lugares de refugio se reducen. Olena teme que el número de víctimas aumente en los próximos meses: “No hay dónde esconderse”.

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En medio de esta tragedia, los residentes continúan luchando por su supervivencia, esperando que se ponga fin a los ataques indiscriminados y se restablezca la paz en su hogar.