La ONU advierte sobre el incremento del hambre a nivel mundial, que afecta a 733 millones de personas

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado una grave alerta sobre el incremento del hambre en el mundo, que desde 2020 ha afectado a 733 millones de personas. Este aumento es atribuido a múltiples factores, incluidos el incremento de conflictos y desastres naturales exacerbados por la crisis climática.

Gerd Müller, director general de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), enfatizó en un comunicado desde Adís Abeba que

un mundo sin hambre es posible y está al alcance. Tenemos la tecnología y el conocimiento para derrotar al hambre, pero necesitamos la voluntad política y las inversiones necesarias.

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La capital de Etiopía es sede desde este martes hasta el jueves de la Conferencia Mundial Sin Hambre, donde la ONUDI, junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), presentará un estudio titulado Acabar con el hambre es posible: Un enfoque generador de ingresos a través de la adición de valor.

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Inversión y soluciones estratégicas

Müller señaló que el nuevo estudio ofrece una solución duradera a la crisis del hambre, especialmente frente al crecimiento demográfico.

Es crucial que realicemos inversiones estratégicas a largo plazo sin demora

—  subrayó.

El informe indica que acabar con el hambre para 2030 podría requerir 540,000 millones de dólares adicionales (aproximadamente 10,860,642,000,000 pesos), cifra que ha aumentado desde los 330,000 millones de dólares calculados en 2020.

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Los desafíos persisten, ya que el estudio revela que a menos que se realicen más inversiones, se estima que 582 millones de personas seguirán padeciendo hambre en 2030. La ONUDI destaca que los países que dependen de las importaciones alimentarias son más vulnerables a las fluctuaciones de precios en el mercado global, lo que exacerba la crisis alimentaria.

Factores agravantes

Las condiciones climáticas extremas y la inestabilidad política han afectado drásticamente la producción y disponibilidad de alimentos. La ONU advierte que Sudán está al borde de la peor hambruna en cuatro décadas, y las sequías severas en el Cuerno de África, junto con fenómenos meteorológicos extremos en el sur de Asia, agravan la crisis alimentaria en estas regiones.

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Para abordar esta problemática, la ONUDI propone la adición de valor, es decir, aumentar la producción de alimentos y facilitar el acceso económico a los mismos para la población, lo que permite una mejor redistribución de la producción y el consumo hacia donde más se necesita.

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Además, se requiere invertir en productividad agrícola mediante investigación, mecanización y el uso de tecnologías de la información y la comunicación. La ONUDI también subraya la necesidad de mejorar las infraestructuras de riego, electricidad y almacenamiento para reducir las pérdidas tras la cosecha.

Urgencia y responsabilidad global

Desde 1990, la proporción de la población mundial que sufría hambre había disminuido casi un 50%. Sin embargo, las cifras han empeorado desde 2020 debido a la combinación de conflictos, desastres naturales y disrupciones en la cadena de suministro. El futuro exige un compromiso colectivo para erradicar el hambre y garantizar la seguridad alimentaria a nivel global.