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Nace en un parque de Argentina uno de los ciervos más pequeños del mundo

La gestación de un pudú dura aproximadamente siete meses, y las crías suelen nacer en la primavera avanzada o al inicio del verano.

ARGENTINA.- En el bioparque de la Fundación Temaiken, ubicado en la localidad bonaerense de Escobar, Argentina, nació un ejemplar de pudú, uno de los ciervos más pequeños del mundo.

De acuerdo a la información aportada por EFE, nació con un peso de apenas un kilo y midiendo tan solo 40 centímetros. Este nacimiento es un símbolo de esperanza para una especie cuya existencia está amenazada en la naturaleza.

El pudú recién nacido es macho y, según el comunicado emitido por la Fundación Temaiken, se encuentra en buen estado de salud.

“Este bebé está sano y ya explora el ambiente, bajo el cuidado de Chapi, su mamá, y Nicolino, su papá. Ambos están atentos a su cría, que también permite que los profesionales del Bioparque se acerquen para realizarle controles de salud”, señala la fundación.

Los cuidadores del bioparque monitorean de cerca el peso y el desarrollo del pequeño pudú, garantizando que reciba la lactancia materna necesaria para su crecimiento adecuado.

Características y ciclo de vida del pudú

La gestación de un pudú dura aproximadamente siete meses, y las crías suelen nacer en la primavera avanzada o al inicio del verano.

Al nacer, los pudúes presentan un patrón distintivo de manchitas blancas en su pelaje, una característica que les permite camuflarse eficazmente en su entorno.

“Cuando nacen, los pudúes tienen unas manchitas blancas, que los ayudan a camuflarse en el ambiente. A medida que crecen, van desapareciendo”, explicó la fundación en su comunicado.

El destete ocurre generalmente a los dos meses de vida, momento en el que las crías comienzan a ser más independientes.

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El pudú, habitante de los bosques andino-patagónicos, enfrenta numerosas amenazas que comprometen su supervivencia. La caza es uno de los mayores riesgos, junto con la destrucción de su hábitat natural.

Además, el ataque de perros cimarrones y la competencia con especies exóticas introducidas, como los ciervos colorados, agravan su situación. Estos factores han llevado a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) a clasificar a las poblaciones de pudú como “casi amenazadas”.

La Fundación Temaiken subraya la importancia de proteger y conservar esta especie única, cuyo tamaño diminuto y hábitos discretos la hacen particularmente vulnerable.

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