Estados Unidos afirma que Israel está facilitando suficiente ayuda a Gaza, pero la realidad en el terreno cuenta otra historia

GAZA — El 30 de octubre expiró el plazo establecido por Estados Unidos para que Israel mejorara la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Este plazo, anunciado por el gobierno de Biden, buscaba garantizar que el apoyo llegara de manera más eficiente a la población civil afectada por los intensos combates en la zona. Sin embargo, la situación en el terreno muestra una realidad muy diferente, con miles de personas sufriendo debido a la escasez de alimentos y recursos básicos.

Avances insuficientes y falta de acción en el terreno

A pesar de que el Departamento de Estado de Estados Unidos señaló que se habían logrado algunos avances, como un incremento en el tráfico comercial y ciertos cambios en la distribución de la ayuda, no se observan mejoras significativas. El gobierno de Biden concluyó que Israel no está bloqueando deliberadamente la asistencia humanitaria, lo que significa que no hay violación de las leyes estadounidenses que regulan la asistencia militar. Sin embargo, organismos internacionales y organizaciones de ayuda humanitaria afirman que los esfuerzos no son suficientes y que la crisis continúa empeorando.

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Organizaciones como Mercy Corps han señalado que el tráfico comercial hacia Gaza ha caído drásticamente, llegando a niveles alarmantemente bajos. En la segunda mitad de octubre, solo 58 camiones ingresaron a Gaza por día, una caída drástica en comparación con los 500 camiones que se registraban antes de la guerra.

La desesperación de los civiles y el agravamiento de la crisis alimentaria

La falta de comida es una de las principales preocupaciones para los civiles que han quedado atrapados en Gaza. Historias como la de Umm Muhammad Al-At’out, una mujer de 63 años que vive en el norte de Gaza, reflejan la desesperación de la población. Ella relató a CNN que no ha recibido ayuda y que su familia ha muerto de hambre y sed. Otros testimonios de personas desplazadas, como Abu Ahmed Subaih, confirman la falta de recursos y la escasez de alimentos.

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La situación empeora cada día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que hay una alta probabilidad de que la hambruna sea inminente en algunas zonas de Gaza, especialmente en el norte, donde las operaciones militares israelíes son más intensas. El colapso de los servicios básicos, la destrucción de infraestructuras agrícolas y el saqueo de ayuda humanitaria agravan aún más las condiciones.

Obstáculos a la distribución de la ayuda humanitaria

El acceso a las áreas más necesitadas sigue siendo un desafío. La falta de corredores seguros, las restricciones impuestas por las autoridades israelíes y la escasez de conductores para transportar la ayuda han causado retrasos significativos. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la distribución de alimentos es cada vez más difícil, y muchos de los convoyes de ayuda no logran llegar a las personas que más lo necesitan. La ONU también ha denunciado que las autoridades israelíes están bloqueando activamente el acceso a las zonas más afectadas por el conflicto.

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Además, la seguridad en Gaza sigue siendo una gran preocupación, ya que el aumento de saqueos y robos de camiones cargados con ayuda humanitaria ha dificultado aún más la entrega de suministros. La falta de policía y la constante amenaza de ataques israelíes han generado un estado de caos que impide que las organizaciones humanitarias operen de manera efectiva.