Una madre ucraniana y sus tres hijos fallecen tras un ataque ruso en la ciudad natal de Zelensky

UCRANIA. — El lunes por la mañana, la tranquila ciudad de Kryvyi Rih, en el centro de Ucrania, fue sacudida por un ataque mortal. Un misil ruso alcanzó un bloque de apartamentos, dejando tras de sí una escena de devastación. Entre los escombros, los equipos de rescate trabajaron más de un día para recuperar el pequeño cuerpo de Ulyana Kulyk, una niña de solo dos meses, la víctima más joven de este ataque. Su padre, Maksym, fue el único sobreviviente.

Un ataque devastador en Kryvyi Rih

El ataque de este lunes se enmarca dentro de una serie de ofensivas rusas contra ciudades ucranianas, especialmente contra edificios residenciales. Según las autoridades ucranianas, Kryvyi Rih ha sido blanco recurrente de misiles, con varias víctimas mortales en ataques similares ocurridos en las últimas semanas. La ciudad, ubicada a unos 70 kilómetros de la línea del frente del sur de Ucrania, sigue siendo un objetivo de los ataques rusos, que buscan dañar infraestructura civil y generar terror entre la población.

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En este ataque, la familia Kulyk sufrió la pérdida de cuatro miembros: Olena, de 32 años, su hijo Kyrylo, de 10, Demyd, de 2, y la pequeña Ulyana. Maksym Kulyk, el padre, solo sobrevivió porque en ese momento se encontraba en la cocina de la casa preparando el desayuno. En el funeral de su familia, Maksym expresó su dolor y desolación, mientras las sirenas antiaéreas de la ciudad volvían a sonar, recordando a todos que la guerra continúa.

El impacto de la guerra en los niños de Ucrania

Ulyana y sus hermanos Kyrylo y Demyd, como muchos otros niños ucranianos, nacieron y crecieron en medio de la guerra que desde 2014 azota al este de Ucrania. Dmytro Lubinets, defensor del pueblo ucraniano, destacó que estos niños nacieron en un conflicto interminable, con la amenaza constante de ataques rusos sobre sus hogares.

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La agencia UNICEF advirtió que historias como la de los Kulyk son cada vez más comunes en Ucrania. En los primeros 12 días de noviembre, al menos cuatro niños fueron asesinados y más de veinte resultaron heridos en ataques aéreos. La violencia, dirigida a zonas residenciales y pobladas, está dejando una generación marcada por la tragedia.

Kryvyi Rih, un blanco recurrente de misiles rusos

El caso de la familia Kulyk no es un incidente aislado. En las últimas semanas, Kryvyi Rih ha sido atacada varias veces con misiles balísticos, y en septiembre, al menos 10 personas, incluido un niño de 12 años, perdieron la vida en tres ataques distintos. A pesar de los esfuerzos por repeler los avances rusos en el este de Ucrania, las fuerzas de Moscú continúan lanzando bombas, misiles y drones sobre ciudades civiles, causando innumerables víctimas.

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El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha denunciado estos ataques y subrayó que la mayoría de los proyectiles rusos van dirigidos a objetivos civiles, lo que solo agrava el sufrimiento de la población. Según el mandatario, en una sola semana, Rusia lanzó más de 900 bombas, 30 misiles y casi 500 drones, confirmando que las infraestructuras críticas y los civiles continúan siendo el objetivo prioritario.

Llamado a la comunidad internacional

La tragedia en Kryvyi Rih ha provocado la condena de figuras políticas ucranianas y del mundo entero. Olena Zelenska, esposa del presidente Zelensky, expresó su dolor por la muerte de los niños y subrayó la urgencia de que la comunidad internacional actúe para frenar estos ataques. En su mensaje, apeló a los aliados de Ucrania para que intensifiquen su ayuda y detengan la barbarie que los niños de Ucrania están viviendo.

Con la guerra en su milésimo día, las cicatrices en la población son cada vez más profundas. Las historias como la de la familia Kulyk demuestran la cruel realidad de un conflicto que no cesa y que sigue dejando una estela de dolor y sufrimiento entre los civiles, especialmente entre los más vulnerables.