Ucrania podrá usar armas estadounidenses contra Rusia: Un cambio histórico en la estrategia de EU
Joe Biden autorizó a Ucrania usar misiles ATACMS para atacar objetivos en territorio ruso, una medida que podría cambiar el curso de la guerra
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dado luz verde a Ucrania para usar armas de largo alcance en ataques dentro de territorio ruso.
Esta decisión marca un cambio en la política estadounidense hacia el conflicto, que había evitado medidas que pudieran escalar la tensión con Rusia.
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¿Qué armas ha autorizado Biden para Ucrania?
El permiso incluye el uso de los misiles balísticos ATACMS, fabricados por Lockheed Martin. Estos tienen un alcance de 300 kilómetros y están diseñados para atacar objetivos estratégicos, como aeródromos y depósitos de municiones.
Aunque ya habían sido usados en territorios ocupados por Rusia dentro de Ucrania, esta será la primera vez que podrán emplearse en suelo ruso.
¿Dónde se podrían usar estas armas?
El uso de estas armas parece estar limitado a la región de Kursk, en Rusia. Este territorio ha sido objeto de incursiones ucranianas, y su control estratégico podría complicar las operaciones militares rusas.
Sin embargo, aún no está claro si las restricciones al uso de los ATACMS permitirán extender los ataques a otras regiones.
Ucrania necesita armas de largo alcance
Desde el inicio de la guerra, Ucrania ha solicitado a sus aliados occidentales armas con mayor alcance para equilibrar el poder en el conflicto. Estas permitirían golpear infraestructura clave, bases aéreas y líneas de suministro rusas, debilitando las capacidades ofensivas de Moscú.
Aunque Ucrania ha utilizado drones y armas de fabricación nacional con cierto éxito, su alcance y cantidad han sido insuficientes para causar un impacto significativo a largo plazo.
¿Qué riesgos implica esta decisión?
El Kremlin ha calificado la decisión como un acto que añade “combustible al fuego”, advirtiendo que podría escalar el conflicto. Por su parte, el Pentágono ha señalado que los ATACMS no son la solución definitiva para contrarrestar ciertas amenazas rusas, como las bombas planeadoras disparadas desde más de 300 kilómetros.
Además, los líderes ucranianos han expresado que la decisión llegó tarde. Argumentan que, de haberse tomado antes, podría haber frenado las recientes ofensivas rusas en regiones clave. También persiste la preocupación sobre la disponibilidad limitada de estos misiles y si su número será suficiente para marcar una diferencia en el campo de batalla.
El impacto que podría tener esta medida en la guerra
De acuerdo con Milenio, el alcance de este cambio dependerá de las reglas de uso de las armas. Si los ataques se limitan a Kursk, Rusia podría mitigar su efecto desplazando recursos a otras regiones. Por otro lado, ataques más amplios podrían complicar las operaciones militares rusas y obligar a Moscú a redirigir esfuerzos.
La decisión también podría alentar a otros países, como Reino Unido y Francia, a permitir el uso de misiles de largo alcance como los Storm Shadow o SCALP, ampliando el arsenal estratégico de Ucrania. Sin embargo, algunos expertos consideran que el impacto será moderado, ya que Rusia ha tenido tiempo de preparar sus defensas.
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