VIDEO: Rusia lanzó misil balístico experimental a Ucrania, dice Putin

RUSIA.-El 21 de noviembre de 2024, Rusia lanzó un misil balístico de alcance intermedio contra la ciudad de Dnipró, en Ucrania, como respuesta a los recientes ataques de Ucrania sobre territorio ruso con armamento avanzado proporcionado por Estados Unidos y Reino Unido. Este ataque marca una nueva escalada en el conflicto, que lleva 33 meses en curso.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en un discurso televisado, confirmó el lanzamiento de un “nuevo tipo de misil balístico hipersónico de alcance intermedio” contra una instalación militar ucraniana. Putin afirmó que el conflicto en Ucrania, que según él fue provocado por las potencias occidentales, ha adquirido una dimensión global. Además, advirtió que si las agresiones aumentan, Rusia responderá de manera “decisiva y semejante”.

Rusia alerto a Ucrania del ataque

El gobierno de Estados Unidos fue notificado previamente por Rusia sobre el lanzamiento, y se informó a Kiev y otros aliados cercanos para que estuvieran preparados ante la posibilidad de un ataque de este tipo. También se reportó que, antes del ataque, Ucrania había alertado que Rusia podría estar a punto de utilizar misiles balísticos intercontinentales (ICBM), un tipo de armamento diseñado para ataques nucleares a larga distancia, nunca antes usado en el conflicto actual.

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El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania condenó el uso de este nuevo tipo de misil y pidió una pronta respuesta internacional. Fuentes anónimas señalaron que Rusia probablemente posee una cantidad limitada de estos misiles balísticos “experimentales” de alcance intermedio. Según la Fuerza Aérea ucraniana, el misil fue disparado desde la región rusa de Astrakhan, a más de 700 kilómetros de Dnipró, en el centro-este de Ucrania. No se especificó el tipo exacto de ojiva ni si el misil contenía armas nucleares.

En cuanto a la naturaleza del ataque, se informó que Rusia también lanzó otros misiles, incluidos misiles hipersónicos Kinzhal y misiles de crucero Kh-101, siete de los cuales fueron derribados por la defensa aérea ucraniana. El objetivo principal del ataque fue la infraestructura crítica y las empresas de Dnipró, que durante la era soviética fue un centro de fabricación de misiles. Aunque las Fuerzas Aéreas ucranianas no detallaron los daños exactos, el gobernador regional de Dnipró, Serhiy Lysak, confirmó que el ataque causó incendios y daños en una empresa industrial, con al menos dos personas heridas.

Este ataque se produce después de que Ucrania lanzara misiles proporcionados por Estados Unidos y el Reino Unido contra objetivos dentro de Rusia, a pesar de las advertencias de Moscú, que consideró estos ataques como una grave escalada del conflicto. Los misiles lanzados por Ucrania se habrían dirigido a objetivos en territorio ruso, lo que aumenta aún más las tensiones entre ambos países.

En cuanto a la clasificación del misil utilizado por Rusia, medios ucranianos como Ukrainska Pravda citan fuentes anónimas que indican que el misil disparado podría haber sido un RS-26 Rubezh, un misil balístico intercontinental de combustible sólido con un alcance de 5,800 kilómetros, según la Asociación de Control de Armas. Aunque algunos informes de los medios indicaron que el misil podría haber sido un ICBM, la investigación en curso sigue sin confirmar completamente esta versión.

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El ataque también ha sido señalado por algunos observadores internacionales que han cuestionado si los destellos observados en el área de impacto podrían indicar el uso de vehículos de reentrada con múltiples objetivos, una característica común de los misiles intercontinentales. Sin embargo, funcionarios occidentales, como los entrevistados por The New York Times, sugieren que lo más probable es que Rusia haya usado un misil de alcance intermedio, con un alcance más corto que el de un ICBM típico.

El impacto de este nuevo ataque demuestra el creciente riesgo de una escalada aún mayor del conflicto, que podría arrastrar a más potencias mundiales al enfrentamiento directo. La situación sigue siendo incierta, y los líderes internacionales se encuentran bajo presión para responder ante esta nueva fase en el conflicto bélico que involucra a Rusia, Ucrania y sus respectivos aliados.