Biden expande visas laborales, pero Trump podría cancelarlas: Trabajadores latinos en riesgo

El programa de visas temporales no agrícolas (H-2B), clave para cubrir la demanda laboral en sectores como la hostelería, construcción y procesamiento de alimentos en Estados Unidos, enfrenta incertidumbre debido a posibles restricciones anunciadas por Donald Trump para su próximo mandato presidencial. Este escenario genera preocupación entre activistas, migrantes y empresarios en ambos lados de la frontera.

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Expansión del programa bajo Biden: Una respuesta a la demanda laboral

El presidente Joe Biden aprobó recientemente un aumento en las visas H-2B, sumando 64 mil permisos adicionales a los 66 mil autorizados anualmente por el Congreso. Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), estas visas buscan atender la alta demanda de trabajadores temporales, esenciales en sectores que experimentan picos estacionales de actividad.

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Entre las visas adicionales, al menos 20 mil están reservadas para ciudadanos de El Salvador, Guatemala, Honduras y Haití, como parte de una estrategia para promover la migración legal y reducir los flujos irregulares hacia Estados Unidos.

Posibles restricciones y deportaciones masivas

Reportes de medios estadounidenses sugieren que el futuro gobierno de Trump podría limitar o eliminar las visas H-2B, argumentando la necesidad de proteger empleos para ciudadanos estadounidenses. El expresidente también ha propuesto el uso del Ejército para realizar deportaciones masivas y designado a funcionarios que respaldan políticas más estrictas de migración laboral.

Estas medidas contrastan con la estrategia del gobierno de Biden, que ha comparado la expansión de las visas temporales con el histórico Programa Bracero implementado en los años 40 para atraer trabajadores mexicanos.

El impacto en la economía y los trabajadores migrantes

De acuerdo con EFE, expertos señalan que restringir las visas temporales no solo afectaría a miles de trabajadores, sino también a la economía de Estados Unidos, que enfrenta desafíos como alta inflación y escasez de mano de obra en sectores específicos.

Milkar Linares, migrante venezolano varado en Ciudad Juárez, afirmó que la economía estadounidense depende de los trabajadores latinoamericanos.

La realidad económica se impondrá porque muchos trabajos esenciales no los hacen los estadounidenses

Comentó.

Explotación laboral y medidas de protección

Aunque el programa H-2B es visto como una solución para la demanda laboral, expertos advierten sobre posibles casos de explotación. El profesor Emilio Alberto López, de la Universidad Autónoma de Chihuahua, indicó que el programa ha sido criticado por facilitar condiciones de abuso laboral.

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En respuesta, el Gobierno estadounidense ha prometido supervisar de cerca el cumplimiento de las leyes laborales mediante inspecciones más estrictas y sanciones severas contra empleadores que violen los derechos de los trabajadores.

El futuro de las visas H-2B dependerá en gran medida de las decisiones políticas del próximo gobierno en Estados Unidos. Mientras tanto, empresarios, activistas y trabajadores migrantes estarán atentos a los cambios para determinar cómo adaptarse a un panorama migratorio en constante evolución.

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