Manifestantes en Georgia denuncian brutales agresiones por parte de fuerzas especiales
Protestas en Georgia desatan violencia contra manifestantes y periodistas; fuerzas especiales enmascaradas reprimen con dureza en un clima de tensión política.
Lesiones y abusos documentados por manifestantes y periodistas
GEORGIA. — En Georgia, una semana de intensas protestas contra la decisión del gobierno de retrasar las negociaciones para unirse a la Unión Europea ha dejado un rastro de violencia. Manifestantes y periodistas denuncian agresiones brutales por parte de fuerzas especiales enmascaradas. Algunos han reportado lesiones graves, como fracturas en la mandíbula, columna y nariz. Uno de los manifestantes narró cómo fue tirado al suelo, pisoteado y golpeado hasta perder el conocimiento.
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Los periodistas no han sido la excepción en este contexto de represión. Aleksandre Keshelashvili, reportero de Publika.ge, describió cómo fue arrastrado por un grupo de hombres enmascarados mientras cubría las protestas. A pesar de identificarse como periodista, fue golpeado severamente y le robaron sus cámaras. Guram Rogava, presentador de Formula TV, sufrió una fractura cervical tras ser atacado por la espalda mientras transmitía en vivo.
Crisis política y descontento social
Las tensiones en el país habían crecido desde las elecciones de octubre, cuando el partido gobernante, Sueño Georgiano, reclamó la victoria en medio de denuncias de fraude. La suspensión de las negociaciones con la Unión Europea, respaldadas por el 80% de los georgianos, fue la chispa que encendió las manifestaciones masivas. Miles de personas acudieron al Parlamento en Tbilisi, exigiendo que el gobierno cumpla sus promesas de integración europea.
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La presidenta Salomé Zourabichvili, alineada con una postura prooccidental, se enfrentó públicamente a las fuerzas policiales, cuestionando si servían a Georgia o a intereses externos como Rusia. Sin embargo, los manifestantes han enfrentado no solo a la policía, sino también a fuerzas especiales no identificables, acusadas de usar tácticas brutales para sofocar la resistencia.
Fuerzas especiales: ¿intimidación o debilidad gubernamental?
La creciente dependencia del gobierno en estas fuerzas ha generado alarma. Según testimonios, los “hombres de negro”, como se les ha llamado, carecen de identificaciones visibles, lo que viola normas internacionales. Líderes de la oposición, como Elene Khoshtaria, también han sido blanco de ataques directos. Khoshtaria sufrió una fractura en la mano tras ser golpeada mientras intentaba dialogar con las fuerzas del orden.
A pesar de la brutalidad, los georgianos mantienen su determinación. Muchos, incluidos periodistas y ciudadanos heridos, afirman que continuarán protestando hasta lograr un cambio. Para ellos, estas manifestaciones no solo representan una lucha por la integración europea, sino también una defensa de las libertades que sienten están en riesgo de ser arrebatadas.
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