Arrestan a joven de 20 años por ciberacoso a menores y difundir material de abuso sexual en EE. UU
El detenido obligaba a sus víctimas a autolesionarse y compartía el material a través de Discord.
Baron Martin, joven de 20 años originario de Tucson, Arizona, fue arrestado el 11 de diciembre por producir material de abuso sexual infantil y delitos de acoso cibernético llevados a cabo como parte de su participación en redes conocidas como 764 y CVLT.
— “764 sigue siendo una peligrosa red de extremistas violentos que atacan sistemáticamente a los niños y utilizan material de abuso sexual infantil como arma”, compartió el fiscal general adjunto de Seguridad Nacional, Matthew G. Olsen.
El subdirector ejecutivo de la División de Seguridad Nacional del FBI, Robert Wells, aseguró que el detenido obligó a los niños “a hacerse daño varias veces”.
¿Cómo operan las redes conocidas como 764 y CVLT?
Los miembros de la red 764, tanto a nivel individual como en red, tienen como objetivo poblaciones vulnerables y menores de edad en los Estados Unidos y el mundo. Utilizan las redes sociales para realizar actividades como la difusión de material de abuso sexual infantil y material de contenido extremadamente sangriento con poblaciones juveniles vulnerables.
También atacan sistemáticamente a mujeres menores de edad a quienes manipulan, extorsionan y obligan a mutilarse a sí mismas o a otras personas y a filmar o fotografiar dicha actividad, a veces mientras la transmiten en línea para otros miembros de la red, quienes luego suelen editar el material de sus víctimas y compartirlo en sus plataformas con el objetivo de perturbar a la sociedad.
La red ha cambiado de nombre con el tiempo y ha generado redes derivadas conocidas. Aunque suele cambiar constantemente de plataforma y de nombre, los objetivos principales siguen siendo los mismos.
Desde 2021, Baron Martin ha aparecido como participante en salas de chat relacionadas con las redes terroristas en línea 764 y CVLT. Según la denuncia, Martin admitió haber usado el apodo “Convict” en plataformas de redes sociales y, en múltiples ocasiones, afirmó en línea ser propietario de 764 y CVLT, enseñando a los miembros de 764 cómo extorsionar a las víctimas.
Además, se describió a sí mismo como el “rey de la extorsión” y aseguró ser “el catalizador de miles de extorsiones” en 764. Martin también creó y publicó en una plataforma de redes sociales una guía detallada sobre cómo identificar, preparar y extorsionar a menores vulnerables.
La denuncia acusa a Martin de producir material de abuso sexual infantil en Discord, una plataforma de chat y juegos, en septiembre de 2022, al obligar a dos menores de edad a automutilarse para él.
En una ocasión, Martin hizo que una niña de 13 años se grabara su nombre “en todos los lugares posibles” que pudiera, incluidos el pecho, el estómago y los muslos, y amenazó con “filtrar” fotos de ella si no cumplía. En otras ocasiones, Martin le ordenó a esta misma menor que se grabara ciertos diseños en el cuerpo, entre ellos esvásticas y símbolos satánicos.
Martin también le ordenó a otra víctima menor de edad, de 16 años, en Discord, que se rascara con las uñas, ordenándole que “se sacara sangre”, diciendo “quiero que gotee”. Luego le dijo que se echara alcohol sobre las heridas. Después envió tres videos de este abuso sádico de la menor a otro usuario de Discord. En los videos, la menor se rasca el antebrazo con las uñas y se vierte alcohol sobre los rasguños antes de acurrucarse con un trapo en la boca, aparentemente con dolor.
Martin también está acusado de acosar cibernéticamente a otra menor de 13 años por amenazas que envió a través de Discord en septiembre de 2022. La denuncia alega que en un chat de un servidor separado, Martin publicó los números de teléfono tanto de la menor como de su abuela y le dijo a la cadena que se comunicara con ellas para acosarlas. También le dijo a la víctima que le había pagado 3 mil pesos a unas personas para que asesinaran a su abuela.
Si es declarado culpable, Martin se enfrentará a una pena de hasta 30 años de prisión por producir material de abuso sexual infantil y a una pena de hasta 10 años de prisión por acoso cibernético. Cada delito conlleva también una multa de hasta 250 mil dólares y libertad supervisada de por vida. Un juez de un tribunal federal de distrito determinará la sentencia tras tener en cuenta las Directrices de Sentencia de Estados Unidos y otros factores legales.
Actualmente, el FBI está investigando el caso.
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