Fosas comunes en Siria revelan la magnitud de las atrocidades del régimen de Bashar al-Assad
Los descubrimientos de fosas comunes en Siria siguen revelando la magnitud de las atrocidades cometidas durante el régimen de Bashar al-Assad, dejando a miles de familias en busca de justicia y respuestas.
SIRIA. — Siria está comenzando a descubrir una serie de fosas comunes que arrojan luz sobre la brutalidad del régimen de Bashar al-Assad. Desde la huida del dictador el 8 de diciembre, tras el colapso de su gobierno, muchas familias sirias siguen sin respuestas sobre el destino de sus seres queridos, desaparecidos tras ser detenidos por la policía secreta del régimen. La magnitud de los crímenes cometidos por Assad se hace cada vez más evidente, con el hallazgo de restos humanos en diversas partes del país.
Fosas comunes en Qutayfah y Daraa
Uno de los lugares más alarmantes es la ciudad de Qutayfah, al este de Damasco, donde se han identificado trincheras de entre 6 y 7 metros de profundidad. Según Mouaz Moustafa, director ejecutivo de la Fuerza de Tareas de Emergencia Siria (SETF), los sepultureros locales han informado que entre 2012 y 2018, camiones cargados con cientos de cuerpos llegaban dos veces por semana para ser enterrados en la zona. Esta fosa común, que podría albergar cientos de cadáveres, refleja el nivel de tortura y represión ejercida por el régimen de Assad. Los testimonios indican que los cuerpos eran comprimidos por excavadoras para hacer espacio para más, una práctica macabra que ilustra la magnitud de la violencia vivida en el país.
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Recientemente, en la gobernación de Daraa, al sur de Siria, fueron encontrados más de 20 cadáveres en una nueva fosa común. Imágenes de Agence France-Presse muestran a hombres desenterrando los huesos y cuerpos, mientras una excavadora intenta retirar la capa superior del suelo. Estos hallazgos forman parte de los esfuerzos por exponer las atrocidades del régimen de Assad, que no solo ha dejado miles de desaparecidos, sino también familias destrozadas que buscan respuestas.
La desaparición de 150,000 sirios
De acuerdo con la Comisión Internacional de Personas Desaparecidas (ICMP), en Siria hay alrededor de 150,000 personas desaparecidas, la mayoría detenidas o secuestradas por las fuerzas de Assad y sus afiliados. Si bien esta cifra no ha sido verificada de manera independiente, refleja la magnitud del sufrimiento en el país. Los testimonios de ex detenidos en las infames prisiones del régimen, como Saydnaya, confirman los relatos de torturas y muertes en condiciones inhumanas. Uno de estos testimonios, dado en un juicio en Alemania en 2020, reveló cómo los cuerpos eran identificados únicamente por números grabados en sus pechos, un recordatorio de la deshumanización sistemática que se vivió bajo el mandato de Assad.
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El papel de la comunidad internacional
La comunidad internacional, a través de organismos como la ONU y el Departamento de Estado de Estados Unidos, ha expresado su apoyo para recolectar pruebas sobre estos crímenes de guerra. Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, destacó que Estados Unidos está en contacto con la Institución Independiente sobre Personas Desaparecidas para asegurar que se reúna la evidencia necesaria para que las familias reciban respuestas. Al mismo tiempo, Jenifer Fenton, portavoz de la ONU, señaló la importancia de proteger la documentación relacionada con los lugares de detención y las fosas comunes para que las familias puedan buscar justicia.
El dolor de las familias sirias
Para las familias que han perdido a sus seres queridos, la caída de Assad representa una mezcla de alivio y dolor. Hazem Dakel, un sirio exiliado en Suecia, relató que su familia finalmente pudo confirmar la muerte de su tío y su hermano, quienes fueron detenidos y torturados por el régimen. Aunque la resistencia y la lucha llevaron al fin del régimen de Assad, el sufrimiento persiste para aquellos que aún buscan respuestas sobre el destino de sus seres queridos. “Están de luto por sus hijos”, dijo Dakel, refiriéndose a las familias que, aunque celebran la caída de Assad, siguen enfrentando el dolor de la pérdida y la incertidumbre.