Emboscada en Siria deja 17 muertos tras intento de captura de oficial del régimen de Asad
Esta Navidad, una emboscada en Tartus, Siria, dejó 17 muertos, incluidos 14 miembros de la Fuerza de Seguridad General.
Alrededor de 17 personas perdieron la vida en una emboscada ocurrida en la provincia siria de Tartus, tras un intento de las fuerzas de seguridad por capturar a un oficial vinculado al depuesto régimen de Bashar al Asad.
En el ataque murieron 14 miembros de la Fuerza de Seguridad General, así como tres hombres armados.
El incidente ocurrió en la localidad de Khirbet al Maaza, donde las fuerzas de seguridad intentaron arrestar a un individuo señalado por su implicación en crímenes cometidos en la prisión de Saidnaya, uno de los centros de detención más notorios del país.
La información fue proporcionada por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización no gubernamental que sigue de cerca los sucesos en Siria.
El Ministerio del Interior de Siria, a través de su titular, Mohamed Abdel Rahman, también confirmó el ataque. Según un comunicado oficial, 14 miembros del ministerio fueron asesinados y otros 10 resultaron heridos como consecuencia de lo que describieron como una “emboscada traicionera” perpetrada por remanentes del régimen anterior.
Este ataque tiene lugar en un contexto de creciente inestabilidad en Siria, especialmente en zonas controladas por facciones leales al gobierno de Asad.
El OSDH reveló que el hombre que las fuerzas de seguridad intentaban capturar era Mohamed Kanjo Hassan, un oficial de alto rango del régimen de Asad.
Hassan había sido director del Departamento de Justicia Militar durante el gobierno de Asad, y se le acusa de emitir sentencias de muerte y condenas arbitrarias contra miles de prisioneros.
Además, el OSDH destacó que el oficial buscado figura entre los responsables de los abusos ocurridos en Saidnaya, una prisión que se ha convertido en símbolo de las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen.
El enfrentamiento en Tartus, una provincia estratégica para la minoría alauita de Asad, se desató cuando varios residentes de la zona se resistieron a permitir que las autoridades registraran sus viviendas.
Este ataque en Tartus ocurre después de la caída del régimen de Bashar al Asad, depuesto por una coalición encabezada por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS). El derrocamiento de Asad sigue a más de 13 años de guerra civil, un conflicto devastador que comenzó tras la brutal represión de las protestas antigubernamentales en 2011 y que ha dejado más de 500.000 muertos.