La dura realidad laboral en China: graduados con títulos prestigiosos trabajando en empleos poco calificados
Los graduados universitarios en China enfrentan una dura realidad laboral, con muchos trabajando en empleos que no corresponden a su formación académica debido a la escasez de oportunidades en áreas clave.
CHINA. — En un país donde millones de jóvenes se gradúan cada año, la lucha por encontrar trabajo adecuado a sus estudios se ha convertido en una preocupación cada vez más grave. La crisis económica ha dejado a muchos graduados con títulos avanzados enfrentando la dura realidad de desempeñar trabajos muy por debajo de sus calificaciones. La situación no solo afecta a los recién graduados, sino también a aquellos que han completado estudios superiores, incluidos másteres y doctorados. Este fenómeno se está convirtiendo en una de las grandes preocupaciones sociales de la China contemporánea, según BBC.
La creciente brecha entre estudios y empleo
Uno de los casos más representativos es el de Sun Zhan, un joven de 25 años que acaba de obtener un máster en finanzas, pero que ahora trabaja como camarero en un restaurante de hot pot en la ciudad de Nanjing. A pesar de haber soñado con una carrera en banca de inversión, no logró acceder a ningún empleo en ese campo.
Busqué ese trabajo, pero no obtuve buenos resultados,
— comenta Sun, quien ahora se ve forzado a ajustar sus expectativas laborales.
Para él, la realidad del mercado laboral chino se aleja mucho de las promesas hechas durante sus años de estudio.
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Cada año, China produce millones de graduados universitarios, pero la oferta de trabajos adecuados a su preparación no ha crecido al mismo ritmo. Sectores clave como la construcción y la manufactura se han visto estancados, lo que limita las oportunidades para los jóvenes, especialmente en áreas como las ciencias sociales y las finanzas. La tasa de desempleo juvenil ha sido un tema recurrente en las estadísticas oficiales, que en 2024 sigue rondando el 16%, después de haber tocado el 20% en meses anteriores.
Familias frustradas y nuevos horizontes
El impacto de esta situación no solo se ve en los jóvenes, sino también en sus familias. Los padres de Sun Zhan, por ejemplo, no entienden su decisión de trabajar en la industria de la restauración. Esperaban que su título le asegurara un puesto en un banco o una institución financiera. Sin embargo, Sun no se detiene ante las críticas. “Es mi elección”, afirma con convicción, al tiempo que revela su plan secreto: aprender el negocio de la restauración y, eventualmente, abrir su propio local. De esta manera, espera cambiar la perspectiva de su familia sobre su futuro.
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Este tipo de ajustes no son exclusivos de Sun. Wu Dan, otra joven graduada, también enfrenta la desaprobación de sus seres queridos. Después de obtener su máster en finanzas, Wu decidió cambiar de rumbo y comenzar a formarse en medicina deportiva. Para muchos de sus compañeros, este giro en su carrera profesional fue incomprensible.
Mi familia no entendía por qué dejaba un buen empleo para un trabajo que no exigía tanto intelectualmente, pero a mí me gusta lo que hago,
— afirma Wu, quien actualmente está realizando prácticas en una clínica de masajes en Shanghái.
La incertidumbre de un mercado laboral en crisis
Los jóvenes graduados en China se encuentran atrapados entre la expectativa de tener un buen trabajo y la realidad de una economía que no está ofreciendo las oportunidades que esperaban. Muchos recurren a trabajos temporales, como extras en películas, con la esperanza de que alguna vez encontrarán algo más estable. En Hengdian, una ciudad conocida por su industria cinematográfica, es común ver a jóvenes que, como Wu Xinghai, interpretan papeles secundarios o sin diálogos en dramas televisivos.
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Este tipo de trabajos, aunque temporales, representan una salida momentánea para quienes sienten que no hay un futuro claro en el ámbito profesional. “Es una solución temporal”, reconoce Wu Xinghai, quien estudió ingeniería informática y ahora trabaja como guardaespaldas en una producción cinematográfica.
La falta de estabilidad laboral y la incertidumbre económica han generado una sensación generalizada de inseguridad entre los jóvenes de China.
Incluso aquellos que ya tienen trabajo se sienten confundidos. No saben cuánto tiempo podrán conservarlo, ni qué harán si lo pierden,
— señala Wu Dan, quien está luchando por encontrar un futuro más claro.
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