Profesor de Derecho utiliza IA para explorar el futuro de la erudición jurídica
Un estudio de 2023 concluyó que GPT-4 (una versión anterior de ChatGPT) sería capaz de aprobar el examen de acceso a la abogacía, aunque algunos cuestionaron la metodología utilizada.
Estados Unidos.- El decano de Derecho de la Universidad de Suffolk, Andrew Perlman, ha dado un paso audaz al recurrir a ChatGPT, un programa de inteligencia artificial generativa, para escribir su más reciente artículo académico. En este texto, sostiene que estas herramientas tecnológicas tienen el potencial de “ampliar los horizontes” de la erudición jurídica.
Un enfoque innovador
Perlman solicitó a ChatGPT que desarrollara una concepción novedosa sobre cómo la IA generativa podría transformar el trabajo de los juristas. Según el decano, el borrador producido por la IA demostró la “creatividad y sofisticación lingüística de un jurista competente”.
El resultado, titulado “Generative AI and the Future of Legal Scholarship”, fue publicado el 26 de diciembre en el Social Science Research Network, un repositorio en línea de artículos académicos. Este trabajo representa un intento por evaluar las capacidades de la IA en el ámbito de las facultades de Derecho.
IA en la educación jurídica
Un estudio de 2023 concluyó que GPT-4 (una versión anterior de ChatGPT) sería capaz de aprobar el examen de acceso a la abogacía, aunque algunos cuestionaron la metodología utilizada. Otro análisis señaló que el uso de GPT-4 en exámenes finales podría mejorar las calificaciones de los estudiantes con peores resultados, pero perjudicaría a los que ya tenían un desempeño destacado.
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Aplicaciones para la erudición jurídica
El artículo escrito por ChatGPT destaca que la IA podría:
- Descubrir tendencias en el razonamiento judicial, comportamiento legislativo o acciones administrativas que de otro modo pasarían desapercibidas.
- Generar nuevas líneas de argumentación, contraargumentos y probar escenarios hipotéticos con mayor rapidez que los investigadores humanos.
- Integrar métodos de análisis como estudios jurídicos empíricos y modelos económicos para producir análisis más ricos y holísticos.
Aunque reconoce las ventajas de la IA, el artículo concluye que la tecnología no reemplazará a los profesores de Derecho. Su juicio y supervisión ética seguirán siendo esenciales para determinar qué conceptos deben investigarse y cuáles descartarse.
Perlman, experto en Derecho y tecnología, considera que las herramientas de inteligencia artificial generativa ofrecen un futuro prometedor para la investigación jurídica, siempre y cuando se utilicen de manera ética y bajo la supervisión de académicos competentes.
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