Kim Jong-un castiga el divorcio con trabajo forzado en Corea del Norte
En Corea del Norte, divorciarse implica enfrentar trabajos forzados debido a su consideración como un acto antisocialista
En Corea del Norte, el divorcio se considera un acto antisocialista que contradice los valores del país, donde las tradiciones confucianas aún tienen una influencia profunda.
Las personas que buscan divorciarse deben obtener no solo el consentimiento mutuo, sino también la aprobación del gobierno.
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Cambios en la política de castigo
En Corea del Norte aquellos que logran formalizar su separación enfrentan severas consecuencias: trabajos forzados en campos de entrenamiento laboral por periodos de uno a seis meses.
En el pasado, solo la persona que presentaba la solicitud de divorcio enfrentaba castigos. Sin embargo, desde 2023, ambas partes son enviadas a campos de trabajo tras la resolución del divorcio. Esta medida tiene como objetivo disuadir a las parejas de separarse, especialmente tras el aumento de divorcios registrado desde 2020 debido a las dificultades económicas agravadas por la pandemia de COVID-19.
Un residente de la provincia de Ryanggang informó a Radio Free Asia (RFA) que incluso después de los veredictos de divorcio, las personas son transferidas directamente a estos campos. Según este testimonio, las condiciones económicas han sido una de las principales razones para la desintegración de los matrimonios.
Campañas para prevenir divorcios
Para reducir la tasa de divorcios, el gobierno ha implementado una campaña educativa enfocada especialmente en las mujeres. Bajo el lema “Eliminemos el fenómeno del divorcio y construyamos una familia armoniosa”, se imparten conferencias a través de la Unión de Mujeres Socialistas.
Además, se utilizan métodos de disuasión como la humillación pública de los padres de divorciados y la pérdida de beneficios para funcionarios divorciados, como acceso a mejores viviendas y empleos.
Impacto en las mujeres
Las mujeres enfrentan penas más severas que los hombres tras un divorcio. Una mujer de la provincia de Pyongan del Sur declaró que en un campo de trabajo había aproximadamente 80 mujeres y 40 hombres, de los cuales 30 estaban encarcelados por divorciarse.
Según su testimonio, los periodos de reclusión para las mujeres suelen ser más largos. Además, las mujeres con hijos pequeños tienen permiso para regresar a casa por las noches para cuidarlos, pero deben cumplir con sus obligaciones en el campo durante el día.
Críticas a las medidas
Expertos y ciudadanos critican estas medidas, argumentando que castigar el divorcio no aborda las causas fundamentales, como la violencia intrafamiliar o las dificultades económicas.
De acuerdo con Radio Free Asia, una residente señaló que la violencia de los esposos, a menudo exacerbada por las tensiones financieras, es una de las razones más comunes para que las mujeres soliciten el divorcio. Esto las convierte en el grupo más afectado por los castigos.
Comparaciones con Corea del Sur
Mientras que en Corea del Norte el divorcio es un tema tabú, en Corea del Sur se ha normalizado más. En 2024, la tasa de divorcios en Corea del Sur fue de 1.8 por cada 1,000 habitantes. En contraste, los últimos datos disponibles de Corea del Norte, correspondientes a 2008, indicaron que solo el 0.3% de la población estaba separada.
Las políticas restrictivas hacia el divorcio en Corea del Norte podrían generar efectos contraproducentes, como desincentivar el matrimonio entre los jóvenes.
Resolver problemas estructurales como las dificultades económicas y la violencia intrafamiliar podría ser un camino más efectivo para fomentar la estabilidad familiar.
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