Petrolero ruso a la deriva en el Báltico pone en alerta a Alemania
Alemania busca asegurar un petrolero ruso a la deriva en el Báltico, evidenciando los riesgos ambientales y políticos de la “flota en la sombra” utilizada por Moscú.
MAR BÁLTICO. — El pasado viernes, un petrolero ruso identificado como parte de la llamada “flota en la sombra” quedó a la deriva cerca de la isla de Rügen, en el Mar Báltico, según informó el Comando Central de Emergencias Marítimas (CCME) de Alemania. El buque, denominado Eventin, transportaba casi 100,000 toneladas de petróleo y perdió energía en medio de condiciones climáticas adversas. Las autoridades germanas desplegaron tres remolcadores para llevar el barco a un puerto seguro, aunque las tormentas complicaron la operación.
El riesgo ambiental y geopolítico
El Eventin, un petrolero de 274 metros de largo y bandera panameña, partió de Rusia rumbo a Egipto, según datos de MarineTraffic. Sin embargo, las condiciones tormentosas en el Báltico ralentizaron su remolque hacia el puerto de Sassnitz. La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, describió el barco como “decrépito” y lo señaló como una amenaza para la seguridad ambiental y regional.
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El incidente ha reavivado las preocupaciones en Europa sobre la dependencia de Rusia de su envejecida “flota en la sombra”, utilizada para transportar petróleo tras las sanciones occidentales. Esta flota, compuesta en gran parte por buques antiguos, ha generado serios problemas ambientales, como el derrame de combustible en el Mar Negro ocurrido en diciembre pasado cuando dos petroleros rusos naufragaron.
La respuesta de Occidente
Estados Unidos y sus aliados han endurecido las sanciones contra el sector energético ruso. La administración de Joe Biden apuntó recientemente contra casi 200 buques de la “flota en la sombra”, buscando asfixiar las ganancias que Rusia destina a financiar su guerra en Ucrania.
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El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se unió a las críticas, calificando al Eventin como “una bomba de petróleo que, afortunadamente, no detonó”. Zelensky ha señalado que Rusia no solo utiliza estos barcos para eludir sanciones, sino que también pone en peligro el medio ambiente global y la seguridad marítima.
Un problema que trasciende fronteras
La “flota en la sombra” rusa está compuesta por petroleros de más de 20 años, en su mayoría sin seguro y con banderas de conveniencia, lo que dificulta la supervisión internacional. Grupos de monitoreo como el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) han alertado que un tercio de los buques rusos superan las dos décadas de antigüedad, aumentando el riesgo de accidentes marítimos y daños ecológicos.