Arabia Saudita impulsa el cambio en el Líbano con la elección de un nuevo presidente
Joseph Aoun asume la presidencia del Líbano tras un estancamiento político de más de dos años, con el respaldo clave de Arabia Saudita y otros actores internacionales.
ARABIA SAUDITA. — El jueves, el panorama político en el Líbano dio un giro inesperado gracias a un impulso decisivo de Arabia Saudita. Con menos de 24 horas antes de que el Parlamento eligiera al próximo presidente, el país enfrentaba un estancamiento político que parecía insuperable. Las tensiones entre facciones sectarias y la falta de consenso mantenían al Líbano sin un presidente desde hacía más de dos años.
Sin embargo, una delegación saudí encabezada por el príncipe Yazid bin Farhan intervino estratégicamente. Después de reuniones intensas con diversos partidos políticos, la candidatura del jefe del ejército, Joseph Aoun, ganó terreno. Esto marcó un cambio significativo, ya que inicialmente su nominación había sido rechazada por algunos sectores que lo consideraban inconstitucional debido a su cargo militar.
La elección y el respaldo internacional
El viernes, Joseph Aoun obtuvo el respaldo de 99 legisladores, superando los dos tercios necesarios en el Parlamento. La elección se concretó tras un receso en el que representantes de los partidos chiíes Hezbolá y Amal cambiaron su postura inicial, pasando de emitir votos en blanco a apoyar al candidato. Este cambio rompió el prolongado estancamiento político y permitió a Aoun asumir la presidencia.
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En su discurso inaugural, Aoun prometió liderar una “nueva era” en el Líbano, destacando su compromiso de consolidar el control estatal sobre las armas, en referencia al desarme de Hezbolá. Esto representa un desafío mayúsculo, ya que el grupo armado ha sido una fuerza dominante en el país durante décadas.
El respaldo de Estados Unidos, Francia y otros actores internacionales fue clave en este proceso. Arabia Saudita, que había reducido su participación en el Líbano durante años, mostró un renovado interés en influir en el equilibrio político de la región, contrarrestando la influencia de Irán a través de Hezbolá.
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Un futuro incierto pero prometedor
Aunque la elección de Aoun representa un avance, los retos son enormes. El nuevo presidente deberá negociar el desarme de Hezbolá, gestionar las tensiones sectarias internas y enfrentar una crisis socioeconómica que ha afectado a millones de libaneses.
El camino no será fácil, pero la elección de Aoun ha generado esperanza tanto dentro como fuera del país. Como mencionó Lynn Zovighian, filántropa y columnista, “este es un paso hacia el fortalecimiento del Estado y la legitimidad internacional del Líbano”.
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