Cuba responde a Estados Unidos: El bloqueo económico sigue siendo el problema de fondo
El gobierno de Cuba calificó como positivo que Estados Unidos retirara a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo, pero señaló que el bloqueo económico sigue siendo el principal obstáculo para su desarrollo.
CUBA.-El gobierno de Cuba calificó como un paso en la “dirección correcta” la decisión de Estados Unidos de retirar a la isla de su lista de países patrocinadores del terrorismo. Sin embargo, las autoridades cubanas enfatizaron que esta medida tiene un alcance limitado, pues no aborda el problema principal: el bloqueo económico que ha persistido por décadas y que continúa afectando gravemente la economía y las condiciones de vida en la isla, dice el medio La Jornada.
Medidas anunciadas por Estados Unidos
El anuncio de Washington incluyó:
- La exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
- El uso de prerrogativas presidenciales para evitar demandas bajo el Título III de la ley Helms-Burton.
- La eliminación de la lista de entidades cubanas restringidas, que limitaba transacciones financieras con ciertas organizaciones vinculadas al gobierno cubano.
Estas acciones fueron descritas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba como una corrección necesaria a políticas coercitivas implementadas durante administraciones previas, como la de Donald Trump, y que afectaron severamente la economía cubana.
El bloqueo económico: el obstáculo principal
Pese al anuncio, la Cancillería cubana fue clara al señalar que el bloqueo económico y las sanciones derivadas de este permanecen intactos. Estas restricciones incluyen:
- Persecución de transacciones financieras internacionales.
- Prohibición de comercio y turismo para ciudadanos y empresas estadounidenses.
- Amenazas contra acuerdos de cooperación médica.
“La guerra económica permanece y sigue siendo el mayor obstáculo para el desarrollo y recuperación de la economía cubana”, declaró el gobierno de la isla.
Contexto político y futuro incierto
El anuncio del gobierno de Joe Biden se dio en un contexto de transición política en Estados Unidos, pocos días antes de que Donald Trump asumiera nuevamente el poder. Las autoridades cubanas advirtieron que las medidas podrían ser revertidas, como ha ocurrido en el pasado, y lamentaron que las acciones estadounidenses no reconozcan el derecho de Cuba a la libre determinación ni su papel en la lucha contra el terrorismo.
Por su parte, Biden justificó las medidas como necesarias para los intereses nacionales de Estados Unidos y como un paso hacia una transición democrática en Cuba. Sin embargo, los planes están sujetos a la revisión del Congreso y a posibles cambios en la política exterior bajo la administración de Trump, quien ha prometido una postura más dura contra el gobierno cubano.
La liberación de prisioneros en Cuba
En paralelo al anuncio estadounidense, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel informó que se liberará gradualmente a 553 prisioneros, aunque no quedó claro si estos detenidos están relacionados con las protestas del 11 de julio de 2021, las más significativas desde la revolución castrista. Cuba ha sostenido conversaciones con el Vaticano sobre la posibilidad de una amnistía, destacando el papel mediador de la Santa Sede en momentos clave de las relaciones entre La Habana y Washington.
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El impacto del bloqueo y el éxodo cubano
La persistencia del bloqueo económico, sumada a la crisis interna en Cuba, ha generado escasez de alimentos, combustible, medicinas y electricidad, lo que ha llevado a un éxodo masivo de cubanos. Desde 2020, al menos un millón de personas han salido de la isla, muchos hacia Estados Unidos, contribuyendo a la crisis migratoria en la frontera, indica La Jornada.
Aunque el retiro de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo es un paso simbólico hacia una posible mejora en las relaciones bilaterales, el bloqueo económico y sus efectos continúan siendo el mayor desafío para el desarrollo de la isla. El gobierno cubano reiteró su disposición al diálogo basado en el respeto mutuo, pero también su compromiso de denunciar el bloqueo y las acciones de injerencia de Estados Unidos. El futuro de las relaciones entre ambos países dependerá en gran medida de las políticas que adopte la nueva administración estadounidense.