Esto fue lo que sirvieron en el banquete privado posterior a la envestidura de Donald Trump

Estados Unidos.- Donald Trump tomó protesta como presidente de Estados Unidos por segunda vez en una ceremonia que combinó política, espectáculo y una comida de lujo en el tradicional almuerzo inaugural en el Statutory Hall del Capitolio, según el portal web El Financiero.

Su esposa, Melania Trump, lució un sombrero peculiar y un atuendo de diseñadores estadounidenses, mientras que el evento incluyó interpretaciones musicales de Carrie Underwood y el icónico tema “Y.M.C.A.” de Village People.

Después de la ceremonia, Trump y sus invitados participaron en el almuerzo inaugural, una tradición presidencial que se remonta a 1897, cuando William McKinley ofreció la primera comida oficial tras asumir el cargo.

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El salón estaba decorado con manteles azules, arreglos florales y destacaba el cuadro “American Horizon” de la artista Jane Wilson, reflejando una estética patriótica y clásica.

Menú

El menú de tres tiempos estuvo diseñado para resaltar sabores auténticos de Estados Unidos, acompañado por vinos producidos en el país. El primer tiempo incluyó un pastel de cangrejo de la bahía de Chesapeake, acompañado de tartar de tomate, verduras y aceite de cebollino, maridado con un Chardonnay de Veritas Vineyard, Virginia.

Como plato principal, los invitados disfrutaron de un filete de ternera Angus de Omaha, servido con zanahorias, brócoli, un gratinado de patatas y salsa de trufa al vino tinto.

Este fue acompañado por un Cabernet Sauvignon de Mount Veeder, proveniente de Napa Valley, California, reafirmando el enfoque en productos nacionales.

El postre consistió en una terrina helada de manzana, acompañada por helado de crema agria y caramelo salado, cerrando la comida con un toque dulce y sofisticado. Para complementar, se sirvió un vino espumoso Korbel Russian River Valley Natural, de Sonoma County, California.

Entre los asistentes al evento estuvieron miembros del Congreso con mayoría republicana, además de invitados VIP como el CEO de Apple, Tim Cook.

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Este almuerzo no solo representó un encuentro formal entre líderes, sino también una plataforma para mostrar la riqueza culinaria de Estados Unidos y la visión nacionalista del nuevo periodo presidencial de Trump.