Continúa después de años, proceso legal por negligencia médica a bebé que acudió a urgencias y murió en el hospital

Francia.- El caso del bebé fallecido en Francia tras una presunta negligencia médica en 2013 ha generado un profundo debate sobre la responsabilidad médica y los límites del error humano en la atención sanitaria, según el portal web Infobae.

Después de 12 años, el juicio contra la pediatra acusada de homicidio por negligencia ha puesto bajo escrutinio los hechos que llevaron a la tragedia y las decisiones médicas tomadas esa noche.

El pequeño, que sufría una malformación en el aparato digestivo desde su nacimiento, fue llevado al hospital dos veces el 7 de julio de 2013 debido a fuertes dolores abdominales.

A pesar de que los padres mencionaron la posibilidad de una obstrucción intestinal, el bebé fue diagnosticado con gastroenteritis y enviado de vuelta a casa. Horas después, durante el traslado a otro hospital, sufrió un paro cardíaco debido a una obstrucción intestinal severa que resultó fatal.

El juicio y la responsabilidad médica

Durante el juicio, los testimonios de expertos médicos no fueron unánimes. Tres coincidieron en que se deberían haber realizado pruebas diagnósticas, mientras que un cuarto señaló que el cuadro clínico del bebé no daba indicios claros de la gravedad que se desarrollaría posteriormente. A pesar de reconocer su error, el pediatra afirmó que esa noche no percibió señales de alarma que justificaron pruebas adicionales.

El fiscal ha solicitado la absolución de la pediatra, argumentando que no existe una negligencia deliberada, mientras que la familia del bebé sigue enfrentándose al dolor de una pérdida que considera evitable.

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Reflexión sobre la atención médica

Este caso refleja algunos de los desafíos más complejos de la medicina:

• Sobrecarga de servicios médicos: La pediatra y el personal del hospital estaban trabajando en un contexto de saturación por un brote de gastroenteritis, lo que puede haber influido en la evaluación clínica.
• Errores en el diagnóstico: Aunque el pediatra tomó decisiones basadas en la información disponible, la falta de pruebas diagnósticas clave marcó una diferencia trágica.
• Impacto emocional: Tanto para los familiares como para los profesionales involucrados, las consecuencias de estos casos suelen ser devastadoras.

La sentencia, programada para el 5 de febrero, será un momento clave no solo para esta familia, sino también para el debate sobre las responsabilidades médicas y las lecciones aprendidas en la atención sanitaria.