Asesinato de ambientalista en Honduras genera indignación internacional: Piden justicia

Honduras. — El asesinato del defensor del medio ambiente, Juan López, ocurrido en Tocoa, municipio del conflictivo departamento de Colón, ha generado una ola de indignación a nivel internacional. Organizaciones de derechos humanos y medioambientales, entre ellas el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), demandaron justicia por su muerte y denunciaron la impunidad en los casos que involucran a defensores de los bienes comunes en el país centroamericano.

La lucha por los derechos humanos en el Caribe hondureño

López, quien se desempeñaba como concejal en la Alcaldía de Tocoa por el partido Libertad y Refundación (Libre), además de ser coordinador del Comité Municipal de Defensa de Bienes Comunes y Públicos, fue asesinado el pasado 14 de septiembre en la región de Colón, conocida por su conflictiva situación agraria y socioambiental. Diversas organizaciones internacionales expresaron su preocupación por lo que consideran una sectorización de las investigaciones en Honduras, que impide un análisis completo del contexto en el que se producen estos crímenes.

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En su comunicado, las organizaciones señalaron que es crucial abordar los asesinatos de defensores de los derechos humanos desde una perspectiva diferenciada, considerando el contexto agrario y ambiental que impulsa la violencia. Las mismas entidades exigieron que las investigaciones no solo identifiquen a los responsables materiales, sino también a los autores intelectuales detrás de estos crímenes.

El contexto de violencia en el Aguán

Una de las principales zonas afectadas por estos conflictos es la región del Aguán, donde el cultivo de palma africana ha desplazado a los campesinos durante los últimos 50 años. Este terreno fértil, que alguna vez fue productor de granos básicos, ha sido escenario de enfrentamientos violentos que, según estimaciones, han dejado hasta 200 muertos entre campesinos, defensores del medio ambiente y personal de seguridad.

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Este conflicto agrario, que se remonta a tres décadas, ha sido alimentado por la disputa de tierras que fueron usurpadas por grandes empresarios, quienes desde hace años mantienen la explotación ilegal de los bienes comunes. Además, los intereses de las grandes corporaciones y de grupos campesinos han exacerbado las tensiones, dando lugar a una violencia que ha quedado mayormente impune.

Impunidad y promesas incumplidas

El caso de Juan López, aunque parcialmente resuelto con la detención de tres sospechosos, continúa siendo un símbolo de la impunidad que prevalece en la región. A pesar de un acuerdo firmado en febrero de 2024 entre el gobierno de Honduras y varias organizaciones de la Plataforma Agraria, que comprometió la creación de una comisión de la verdad para abordar las causas del conflicto, las autoridades no han cumplido con sus compromisos.

La falta de avances en la investigación del asesinato de López es motivo de preocupación, ya que refleja la ineficacia del Estado hondureño para cumplir con los acuerdos y proteger a quienes defienden los bienes comunes y los derechos humanos.