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Señales de simpatías fascistas en la administración de Trump y su círculo cercano: Análisis

La administración de Donald Trump y figuras cercanas, como Elon Musk y Laura Ingraham, han sido acusadas de enviar señales asociadas con el fascismo y la extrema derecha.

WASHINGTON.-En los últimos años, la administración de Donald Trump y figuras cercanas a él han sido objeto de críticas y controversias por presuntas señales de simpatías fascistas o de extrema derecha. Estas acusaciones han surgido en diversos contextos, desde gestos y símbolos hasta declaraciones y acciones políticas. A continuación, se presenta un análisis realizado por el medio The Conversation de estos incidentes y su posible significado.

El saludo de Elon Musk y su polémica

Uno de los episodios más recientes que ha generado controversia fue el gesto realizado por Elon Musk, empresario y partidario de Trump, durante los festejos de inauguración de la presidencia de Trump en 2025. Musk realizó lo que algunos describieron como un “saludo de brazo rígido”, un gesto que ha sido comparado con el saludo nazi utilizado durante el régimen de Adolf Hitler en la Alemania de los años 30 y 40.

  • Interpretaciones del gesto: Mientras algunos críticos vieron en el gesto una clara alusión al saludo nazi, otros lo consideraron simplemente un movimiento torpe o incluso un intento fallido de hacer un “dab”, un gesto popular en la cultura moderna.
  • Respuesta de Musk: Ante la polémica, Musk optó por hacer bromas al respecto en su cuenta de X (anteriormente Twitter), publicando frases como: “Don’t say Hess to Nazi accusations!” y “Bet you did nazi that coming”. Estas declaraciones, aunque humorísticas, no disiparon las críticas.

Antecedentes de señales fascistas en el entorno de Trump

Este no es el primer caso en el que figuras cercanas a Trump han sido acusadas de enviar mensajes asociados con el fascismo o la extrema derecha. Algunos ejemplos destacados incluyen:

  1. Laura Ingraham y el saludo rígido:
    1. En 2016, la comentarista televisiva Laura Ingraham, una firme defensora de Trump, concluyó un discurso con un brazo extendido rígidamente y la palma hacia abajo, un gesto que recordaba al saludo nazi “Sieg Heil”. Ingraham desestimó las críticas y, en 2025, defendió el gesto de Musk.
  2. El escenario de la CPAC y el símbolo odal:
    1. En 2021, la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) diseñó su escenario principal con la forma de una runa odal, un símbolo antiguo que fue adoptado por el régimen nazi y utilizado por las unidades de las SS durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque los organizadores negaron cualquier conexión con el nazismo, la similitud generó una ola de indignación.
  3. Declaraciones de Trump sobre supremacistas blancos:
    1. En agosto de 2017, Trump se negó a condenar abiertamente a los supremacistas blancos tras los disturbios en Charlottesville, Virginia, afirmando que había “gente muy fina en ambos lados”. Esta declaración fue interpretada como una falta de rechazo claro a los grupos neonazis.
    2. Durante un debate presidencial en septiembre de 2020, Trump fue instado a condenar a los grupos paramilitares de extrema derecha, pero en su lugar les dijo a los Proud Boys: “Proud Boys, retrocedan y estén listos”. Meses después, varios miembros de este grupo participaron en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
  4. Indultos a miembros de los Proud Boys:
    1. En su segundo mandato, Trump indultó a más de 1,500 personas, incluyendo a al menos dos presuntos miembros de los Proud Boys involucrados en el ataque al Capitolio. Este movimiento fue celebrado por líderes del grupo, como Enrique Tarrio.
  5. Cenas y asociaciones controvertidas:
    1. En noviembre de 2022, Trump invitó a cenar a Kanye West (Ye) a Mar-a-Lago, a pesar de los recientes comentarios antisemitas del rapero en redes sociales. También asistió Nick Fuentes, un conocido antisemita y supremacista blanco. Trump afirmó que no conocía a Fuentes y que este había llegado “inesperadamente” con West.

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Mensajes codificados y dog whistles

Además de los gestos y declaraciones explícitas, se han identificado mensajes codificados o “dog whistles” (señales dirigidas a un grupo específico sin ser evidentes para el público en general) que podrían indicar simpatías fascistas o de extrema derecha. Algunos ejemplos incluyen:

  1. Las “14 palabras”:
    1. En febrero de 2018, el Departamento de Seguridad Nacional emitió un comunicado titulado “We Must Secure The Border And Build The Wall To Make America Safe Again”. Esta frase fue interpretada como una referencia a las “14 palabras”, un lema utilizado por supremacistas blancos: “We must secure the existence of our people and a future for white children”.
  2. Símbolos nazis en anuncios de campaña:
    1. En junio de 2020, Facebook eliminó anuncios de la campaña de Trump por incluir iconografía que evocaba símbolos de campos de concentración nazis. La campaña negó cualquier conexión, argumentando que otros grupos también usaban esos símbolos.
  3. Referencias numéricas:
    1. En septiembre de 2024, la empresa MyPillow, propiedad del partidario de Trump Mike Lindell, ofreció un descuento en un producto, reduciendo su precio de 49.98 a 14.88. Los críticos señalaron que “14” y “88” son números utilizados por supremacistas blancos para referirse a las “14 palabras” y a “Heil Hitler” (ya que H es la octava letra del alfabeto). Lindell negó cualquier intención oculta.

Estrategia de negación y ambigüedad

Una característica común en estos incidentes es la negación o ambigüedad por parte de Trump y sus aliados ante las acusaciones de fascismo o supremacía blanca. Esta estrategia les permite:

  • Atraer a simpatizantes de extrema derecha sin alienar a sectores más moderados.
  • Desviar las críticas alegando que sus oponentes exageran o realizan “cazas de brujas ideológicas”.
  • Mantener un margen de interpretación que les permita negar cualquier conexión explícita con grupos extremistas.

La acumulación de gestos, símbolos y declaraciones asociados con el fascismo o la extrema derecha en el entorno de Trump ha generado preocupación entre académicos y observadores políticos. Aunque muchos de estos incidentes pueden ser interpretados de diferentes maneras, su frecuencia y consistencia sugieren un patrón que no puede ser ignorado. Como dice el refrán, “cuando el río suena, agua lleva”, y en este caso, las señales apuntan a una conexión preocupante con ideologías extremistas.

Artículo original publicado en The Conversation

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