Donald Trump asiste al Super Bowl después de polémicas con la NFL

Durante su primer mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump mantuvo una relación tensa y polémica con la NFL. En octubre de 2016, durante un mitin en Lakeland, Florida, Trump restó importancia a la gravedad de las conmociones cerebrales en el fútbol americano, sugiriendo que la liga estaba en decadencia por ser menos violenta que antes.

Además, en 2017, criticó duramente a los jugadores que se arrodillaban durante el himno nacional en protesta contra la injusticia racial y la brutalidad policial, instando a los dueños de los equipos a despedirlos. Estas declaraciones generaron un distanciamiento notable entre el mandatario y la liga más popular del país.

En un comunicado emitido desde la Casa Blanca, Trump deseó que “gane el mejor” entre los finalistas

Sin embargo, este domingo marcó un cambio significativo en esta relación. Trump se convirtió en el primer presidente en funciones en asistir a un Super Bowl, específicamente al que se está celebrando en el Superdome de Nueva Orleans. Fue invitado especial de Gayle Benson, propietaria de los Saints de Nueva Orleans, el equipo local.

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Donald Trump hará historia en el Super Bowl de este año

En un comunicado emitido desde la Casa Blanca, Trump deseó que “gane el mejor” entre los finalistas, los Eagles de Philadelphia y los Chiefs de Kansas City, destacando que esperaba “un partido fantástico y la coronación de los campeones”. Acompañado por su esposa, Melania Trump, el presidente ocupó uno de los palcos exclusivos del estadio.

Durante el evento, Trump elogió a los jugadores, entrenadores y personal de los equipos, afirmando que representan “lo mejor de lo mejor en el fútbol americano profesional” y que encarnan “el sueño americano”.

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Además, aprovechó la ocasión para reunirse con familiares de las víctimas del atentado ocurrido en Bourbon Street durante la madrugada de Año Nuevo, recordando a los 14 fallecidos y las 35 personas heridas en ese “ataque terrorista sin sentido”.