“Le prometí a mi hija agarrar a su asesino”; Wendy logró ratificar sentencia contra el feminicida de Luz Adriana
La tragedia la marcó de por vida, sumiéndola en una incansable lucha por la verdad y la justicia.
CIUDAD DE MÉXICO.- — Wendy aún guarda consigo cinco de los siete perros que un día fueron parte de la vida de su hija Luz Adriana. Cada uno de ellos es un recordatorio constante de la joven que, con su sonrisa radiante y su espíritu amigable, era conocida por su amor incondicional hacia los animales. “Sobreprotectora”, la describe su madre, con una mezcla de orgullo y nostalgia.
Hoy, Luz Adriana tendría 27 años, pero fue asesinada en marzo de 2017. La tragedia marcó a Wendy de por vida, sumiéndola en una incansable lucha por la verdad y la justicia.
Durante 28 angustiosos días, recorrió ministerios públicos, hospitales y buscó desesperadamente a su hija a través de Locatel. La única pista con la que contaba era que Luz había estado en contacto con su novio, Miguel Ángel.
Hago mucho hincapié en que siempre tuve comunicación con la familia de Miguel, con la mamá, en especial (...). Primero me dice que no la vieron y después me dicen que sí, que Luz vio a Miguel y no sabe más, después me dice que sí, que estuvo en su casa, comieron y no sabe más. Y así, poco a poco, fue añadiendo cosas a la historia”, relata Wendy, reviviendo el dolor de aquellos días de incertidumbre.
El 26 de abril, Wendy recibió la devastadora noticia. El Centro de Apoyo a Personas Extraviadas o Ausentes (CAPEA) le informó que había un cuerpo con las características de su hija.
Con horror descubrió que Luz había sido encontrada sin vida a inicios de abril, pero ella fue notificada hasta 20 días después.
La búsqueda de justicia fue ardua, pero no se detuvo. Tras años de investigación, Miguel Ángel fue detenido en 2021. Finalmente, en 2023, se le dictó una sentencia de 30 años de prisión, aunque la ratificación de la condena se concretó hasta 2024, luego de que se interpusieran múltiples amparos.
Para la abogada penalista Leslie Jiménez, el acceso a la justicia en casos de feminicidio sigue presentando serios obstáculos desde su tipificación. Explica que en muchas ocasiones no se investiga adecuadamente bajo esta figura legal, lo que impide la correcta aplicación de los protocolos.
Además, señala que “los protocolos de investigación no están homologados y tienen ya muchos años. Por ejemplo, el protocolo que tiene la Fiscalía General de la República, es uno que emitió cuando todavía era Procuraduría”. Este rezago impacta en la forma en que se abordan estos casos y en la eficiencia del sistema judicial.
El camino legal para la protección de las mujeres ha sido largo. En 2007, con la aprobación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se reconoció formalmente la violencia feminicida.
Razones de género en feminicidios no han evolucionado: Wendy Vásquez
Sin embargo, Jiménez advierte que las “razones de género” que se consideran en la legislación no han evolucionado para reflejar las nuevas dinámicas de violencia.
La abogada también recuerda la sentencia de Campo Algodonero (2009), la cual obligaba a la creación de bases de datos nacionales de mujeres asesinadas y desaparecidas.
Sin embargo, hasta la fecha, estas bases de datos no existen, lo que impide un análisis efectivo sobre la magnitud y las características de los feminicidios en el país.
A pesar de las adversidades, Wendy cumplió su promesa: llevar al responsable ante la justicia. Su lucha es un testimonio del amor inquebrantable de una madre y de la deuda que aún persiste en la sociedad para garantizar que ninguna otra mujer sea víctima de la impunidad.
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