La amenaza DOGE, de Elon Musk, y el poder extraordinario que los datos gubernamentales podrían otorgar a una empresa de IA
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) ha obtenido acceso a bases de datos federales sensibles, lo que genera preocupaciones sobre privacidad y el posible uso de estos datos para entrenar sistemas de IA de empresas privadas, como xAI de Elon Musk.

El Departamento de Eficiencia Gubernamental, conocido como DOGE, ha obtenido acceso sin precedentes a al menos siete bases de datos federales sensibles, incluyendo las del Servicio de Impuestos Internos (IRS) y la Administración del Seguro Social (SSA). Este acceso ha generado preocupaciones sobre vulnerabilidades de ciberseguridad y violaciones de privacidad. Sin embargo, un aspecto menos discutido pero igualmente crítico es el potencial uso de estos datos para entrenar sistemas de inteligencia artificial (IA) de empresas privadas.
Aunque el secretario de prensa de la Casa Blanca ha afirmado que los datos gubernamentales recopilados por DOGE no se están utilizando para entrenar los modelos de IA de Elon Musk, existe evidencia de que personal de DOGE también ocupa puestos en al menos una de las empresas de Musk. Por ejemplo, empleados de SpaceX en la Administración Federal de Aviación (FAA) tienen direcciones de correo electrónico gubernamentales, lo que crea un canal potencial para que datos federales sean transferidos a empresas propiedad de Musk, incluyendo xAI, su compañía de IA. Curiosamente, el último modelo de chatbot de xAI, Grok, se niega a negar claramente el uso de dichos datos.
El valor de los datos gubernamentales para la IA
Para los desarrolladores de IA, las bases de datos gubernamentales son comparables a encontrar el Santo Grial. A diferencia de la información disponible en internet, que es desordenada y no siempre verificada, los registros gubernamentales ofrecen datos longitudinales y confiables sobre el comportamiento humano en poblaciones enteras. Estos datos no solo son más precisos, sino que también capturan decisiones reales y sus consecuencias, como elecciones de salud (Medicare), decisiones financieras (IRS) y trayectorias educativas y laborales (estadísticas federales).
La naturaleza longitudinal y estandarizada de estos datos los hace particularmente valiosos para entrenar sistemas de IA. A diferencia de las publicaciones en redes sociales o historiales de navegación, que reflejan comportamientos curados o intencionales, los registros gubernamentales incluyen a toda la población, incluso a aquellos que no usan servicios digitales. Esto permitiría a una empresa de IA entrenar sus sistemas en la diversidad real de la experiencia humana, no solo en las huellas digitales que las personas dejan en línea.
La ventaja técnica
Los sistemas de IA actuales, como ChatGPT o Google Gemini, enfrentan limitaciones fundamentales debido a que están entrenados con datos de internet, que pueden ser populares pero no necesariamente precisos. Los datos gubernamentales podrían superar estas limitaciones al permitir que los modelos de IA comprendan las relaciones reales entre políticas y resultados. Por ejemplo, un modelo entrenado con datos de Medicare podría identificar patrones de tratamiento exitosos, mientras que uno entrenado con datos del Tesoro podría predecir impactos económicos con una precisión sin precedentes.
Un modelo de última generación entrenado con datos gubernamentales podría transformar la forma en que se entienden y gestionan sistemas complejos, como la salud, la economía y la infraestructura urbana. Sin embargo, este poder en manos de una sola empresa privada plantea riesgos importanes, dice el medio The Conversation.
El control de sistemas críticos
Una empresa como xAI, con acceso preferencial a datos gubernamentales a través de DOGE, podría desarrollar capacidades extraordinarias para influir en sectores clave. Por ejemplo, un modelo entrenado con datos de Medicare y Medicaid podría dominar la industria de la salud al identificar patrones de tratamiento efectivos. De manera similar, un modelo entrenado con datos del Tesoro podría predecir crisis económicas antes de que ocurran y optimizar estrategias de inversión con una precisión imposible de alcanzar mediante métodos tradicionales.
En el ámbito de la infraestructura, los datos gubernamentales podrían permitir el desarrollo de sistemas de “ciudades inteligentes” que los gobiernos locales dependerían, privatizando aspectos clave de la gobernanza urbana. Combinados con datos en tiempo real de fuentes privadas, estos sistemas podrían superar las capacidades predictivas de cualquier sistema actual.
El peligro de la concentración de poder
El acceso preferencial de una empresa privada a datos gubernamentales representa una amenaza que trasciende las preocupaciones individuales de privacidad. Incluso con identificadores personales eliminados, un sistema de IA que analice patrones en millones de registros gubernamentales podría influir en el comportamiento a nivel poblacional, incluyendo resultados electorales. La concentración de tal poder en manos de una entidad privada con una agenda política explícita plantea un desafío profundo para la democracia.
Artículo original publicado en The Conversation
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