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“Caos” advierten expertos en EU que podría ocasionar desmantelamiento en Departamento de Educación

Peter Granville, de The Century Foundation, coincidió en que desmantelar el departamento sin definir el futuro de los préstamos estudiantiles.

“Caos” advierten expertos en EU que podría ocasionar desmantelamiento en Departamento de Educación

ESTADOS UNIDOS.- La orden ejecutiva firmada el jueves por el presidente Donald Trump, que inicia el proceso de desmantelamiento del Departamento de Educación, podría afectar la gestión de los programas federales de préstamos estudiantiles y generar incertidumbre para millones de prestatarios, según advierten expertos.

El Departamento de Educación administra actualmente una cartera de préstamos para más de 40 millones de estadounidenses, gestiona $18 mil millones en fondos del Título I para educación primaria y secundaria en zonas de bajos ingresos y otorga Becas Pell para estudiantes de bajos y medianos recursos.

También supervisa la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA), que facilita el acceso a préstamos y becas universitarias.

Foto: POTUS en X.

Un futuro incierto para la educación en Estados Unidos

Antes de la firma de la orden, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que el Departamento de Educación será “mucho más pequeño que hoy”.

No obstante, aseguró que, por ahora, la agencia continuará supervisando los préstamos estudiantiles y las Becas Pell.

Funcionarios de la administración han indicado que estos programas eventualmente serán transferidos a otras agencias federales, como el Departamento del Tesoro, el Departamento de Comercio o la Administración de Pequeñas Empresas.

Sin embargo, la Casa Blanca no ha presentado un plan detallado sobre cómo se gestionará la transición.

La secretaria de Educación, Linda McMahon, afirmó que la eliminación del departamento no significa el fin del apoyo a los estudiantes.

“Seguiremos apoyando a los estudiantes en todos los niveles y trabajaremos con el Congreso para garantizar una transición legal y ordenada”, aseguró.

Te puede interesar: Donald Trump firma orden ejecutiva para desmantelar el Departamento de Educación de Estados Unidos

“Receta para el caos”

Pese a las promesas del gobierno de Trump, expertos en políticas educativas advierten que la eliminación del Departamento de Educación sin un plan claro podría generar problemas significativos.

Jessica Thompson, vicepresidenta sénior del Instituto para el Acceso y el Éxito Universitario, señaló que la transferencia de la cartera de préstamos estudiantiles a otra agencia no es viable sin una planificación detallada.

“Nos preocupa la falta de un plan serio sobre qué hacer con la cartera de deuda estudiantil”, dijo.

Peter Granville, de The Century Foundation, coincidió en que desmantelar el departamento sin definir el futuro de los préstamos estudiantiles “no es una receta para la eficiencia ni la innovación”, sino para “el caos y la frustración de millones de personas”.

Posibles repercusiones para los prestatarios

La administración Trump ya ha reducido a la mitad el personal del Departamento de Educación, lo que ha afectado la gestión de los préstamos.

“El departamento ya tenía poco personal, y con los despidos recientes, hay serias dudas sobre su capacidad para brindar servicio a más de 40 millones de prestatarios”, explicó Thompson.

Además, los tiempos de espera para obtener asistencia sobre préstamos estudiantiles ya eran largos, y la falta de personal podría empeorar la situación.

La incertidumbre podría generar un aumento en los impagos de préstamos, ya que los prestatarios podrían no obtener respuestas oportunas sobre sus pagos y opciones de financiamiento.

Granville advirtió que Estados Unidos podría enfrentar “otra crisis de impago estudiantil” si la capacidad de asistencia a los prestatarios sigue disminuyendo.

Por ahora, la eliminación del Departamento de Educación enfrenta un obstáculo clave: el Congreso. Para disolverlo completamente, la administración Trump necesitaría la aprobación legislativa, lo que podría ser un desafío en el Senado, donde la mayoría de las leyes requieren 60 votos para su aprobación.

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