La Unión Europea acelera su autonomía militar y refuerza su apoyo a Ucrania en la cumbre de primavera
La UE refuerza su autonomía militar y su apoyo a Ucrania en la cumbre de primavera, mientras avanza en competitividad económica y gestión migratoria.

En la reciente cumbre de primavera de la Unión Europea (UE), los jefes de Estado y de Gobierno abordaron temas cruciales como la autonomía militar, el apoyo a Ucrania, la competitividad económica y la gestión migratoria. Este encuentro marcó un hito en la búsqueda de una mayor independencia estratégica y un compromiso renovado con la defensa de los valores europeos.
Apoyo a Ucrania: Un compromiso inquebrantable, pero sin Hungría
Los líderes de la UE reiteraron su firme respaldo a la integridad territorial de Ucrania, aunque con la notable ausencia de Hungría, que mantuvo su postura disidente. El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, destacó que, aunque hay que respetar el “aislamiento” de Hungría, el resto de los Estados miembros no pueden quedarse “bloqueados”.
Volodímir Zelenskyy, presidente de Ucrania, participó por videoconferencia y solicitó 5 mil millones de euros para financiar la compra de munición de artillería “lo antes posible”.
La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, propuso una cifra similar para enviar 2 millones de cartuchos de munición a Ucrania, una medida considerada “realista”.
Además, los Veintisiete respaldaron un paquete de apoyo militar de hasta 40 mil millones de euros para este año.
Este respaldo no solo refuerza la posición de Ucrania frente a la invasión rusa, sino que también subraya la importancia de la industria militar europea como pilar estratégico.
Defensa y competitividad: Dos caras de la misma moneda
Los líderes europeos vincularon la inversión en defensa con el impulso a la competitividad económica y la descarbonización.
Antonio Costa y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, coincidieron en que “competitividad y defensa son dos caras de la misma moneda”.
Las conclusiones de la cumbre destacaron la urgencia de:
- Mejorar los mercados de capitales para movilizar financiación privada.
- Reducir los precios de la energía.
- Simplificar las normas de sostenibilidad corporativa, con el objetivo de disminuir los costes para las empresas en un 25%.
El próximo presupuesto de la UE: Un instrumento clave
Durante la cena de la cumbre, los líderes discutieron el próximo presupuesto a largo plazo de la UE, que cubrirá el período 2028-2034. Este presupuesto será fundamental para financiar:
- Gasto en seguridad y defensa.
- Descarbonización y digitalización de la economía.
La Comisión Europea prevé publicar un borrador en julio de 2025, y los Estados miembros tendrán tres años para negociar unas cuentas que suelen ser fuente de tensiones entre las capitales.
Migración: Prioridad en la agenda europea
La cumbre también abordó la gestión migratoria, con un enfoque en:
- Impulsar los retornos de migrantes que han recibido órdenes de abandonar la UE.
- Avanzar en acuerdos con terceros países.
Catorce Estados miembros, excluyendo a España, Francia y Alemania, se reunieron antes de la cumbre para discutir la ampliación de la lista de “países seguros” para devoluciones. Este encuentro fue coordinado por las primeras ministras de Italia (Giorgia Meloni), Dinamarca (Mette Frederiksen) y el primer ministro de Países Bajos (Dick Schoof).
Gaza: Llamado al alto el fuego y la liberación de rehenes
Los líderes europeos expresaron su descontento por la ruptura del alto el fuego en Gaza, tras la reanudación de los bombardeos israelíes que han dejado cientos de muertos.
António Guterres, secretario general de la ONU, instó a la plena implementación del alto el fuego y la liberación de los rehenes en manos de Hamás.
El pueblo palestino ya ha sufrido demasiado”, afirmó Guterres.
Impulso al multilateralismo: La UE como socio confiable
En sus conclusiones, los Veintisiete reafirmaron su compromiso con un multilateralismo eficaz y un orden internacional basado en normas, con la ONU como eje central.
Antonio Costa subrayó que, en un contexto global de incertidumbre, la UE se consolida como un socio fiable y de confianza.
La cumbre de primavera de la UE dejó en claro que la autonomía militar, el apoyo a Ucrania y la competitividad económica son prioridades estratégicas para el bloque. Aunque persisten desafíos, como la disidencia de Hungría y las tensiones migratorias, los líderes europeos demostraron una voluntad firme de avanzar hacia una Europa más segura, competitiva y cohesionada.
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