Detienen a abuelos y tíos de niño desaparecido en Francia; son acusados de homicidio y ocultación de un cuerpo

Casi dos años después de la misteriosa desaparición y muerte del pequeño Émile Soleil, de apenas dos años, las autoridades francesas han puesto bajo custodia policial a sus abuelos y dos de sus tíos, acusados de “homicidio involuntario” y “ocultación del cadáver”.

El caso, que ha conmocionado a Francia, dio un giro este martes cuando la Fiscalía de Aix-en-Provence confirmó la detención de los abuelos maternos, Philippe Vedovini y su esposa, junto con dos de sus hijos adultos, tíos del menor.

Las investigaciones, lideradas por la unidad especial “Émile” de Marsella, siguen activas, y recientemente se incautó una jardinera durante un registro nocturno en Le Haut Vernet, la localidad donde el niño desapareció en julio de 2023.

Un caso lleno de incógnitas

Émile fue reportado como desaparecido el 8 de julio de 2023 mientras pasaba unas vacaciones en casa de sus abuelos. Según las primeras declaraciones, el abuelo estaba guardando objetos en su auto cuando el niño desapareció del jardín.

A pesar de intensas búsquedas, no se encontraron rastros del menor hasta marzo de 2024, cuando una senderista halló su cráneo en un bosque cercano, un lugar que ya había sido rastreado previamente por la policía.

Los abuelos, que en un principio aparecieron como víctimas en el caso, ahora enfrentan graves acusaciones. En una entrevista previa, el abuelo negó ser una figura “dominante y aterradora”, como lo describieron algunos medios, debido a su vínculo con una escuela de monjes en dónde fue acusado por ex alumnos de abuso sexual y físico.

Además, el caso se volvió más extraño tras el suicidio de Claude Gilliot, el sacerdote que había bautizado a Émile y que tenía una relación estrecha con la familia de este. Se le había visto con el abuelo del pequeño desaparecido, sosteniendo una acalorada discusión, pues el religioso brindó a la policía una fotografía de Émile para la investigación, acto que enfureció a la familia.

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La familia de Émile le prometió que le harían la vida imposible, y boicotearon al sacerdote Gilliot hasta que fue despedido de su capilla y no se le proporcionó un nuevo ministerio. La hermana de Gilliot aseguró al medio Paris Match, que la familia está involucrada en la desaparición desde el principio.

El funeral de Émile se realizó el 8 de febrero de 2024, con la asistencia de cientos de personas. Sus familiares clamaron por justicia: “El tiempo del silencio debe dar paso al tiempo de la verdad. No podemos vivir sin respuestas”, declararon en su momento.

Mientras las pericias continúan, el fiscal Jean-Luc Blanchon aseguró que habrá nuevos anuncios una vez concluyan las investigaciones.