“Ya no está bajo nuestra custodia”: Gobierno de Trump responde a segunda orden judicial de regresar a EU a Kilmar Abrego García, quién admitieron fue deportado a El Salvador “por error”
La jueza Paula Xinis criticó duramente a las autoridades estadounidenses por deportar sin justificación a un salvadoreño legalmente protegido, quien ahora está preso en el Cecot.

ESTADOS UNIDOS.- — Un hombre salvadoreño fue deportado por error a El Salvador a pesar de contar con protección legal en Estados Unidos, lo que ha desatado una fuerte crítica judicial y una orden directa al gobierno para facilitar su regreso.
Jueza ordena su regreso a EU
La jueza federal Paula Xinis ordenó este domingo, por segunda vez, que el gobierno de Donald Trump repatríe a Kilmar Abrego García, un migrante de 29 años arrestado en Maryland y expulsado del país sin justificación legal.
En un fallo de 22 páginas, Xinis calificó el caso como un “grave error” y rechazó la excusa del gobierno de que Abrego ya no está bajo custodia de Estados Unidos, por lo que no podrían hacer nada más.
“Como reconocen los demandados, no tenían autoridad legal para arrestarlo, ninguna justificación para detenerlo y ningún motivo para enviarlo a El Salvador, y mucho menos entregarlo a una de las prisiones más peligrosas del continente”, escribió la jueza.

Sin explicaciones y con consecuencias
Durante el proceso judicial, salió a la luz que Erez Reuveni, un abogado del Departamento de Justicia, ahora suspendido, admitió no saber por qué Abrego García fue detenido.
“Reconocemos que no debería haber sido removido a El Salvador”, dijo Reuveni antes de ser puesto en licencia administrativa.
La jueza fue clara al calificar la situación como una violación al debido proceso.
Ordenó que Abrego sea devuelto “a más tardar el lunes 7 de abril”, señalando que su permanencia en El Salvador representa “un daño irreparable”.
A pesar de ello, el Departamento de Justicia ha solicitado al Tribunal Federal de Apelaciones del 4º Circuito que suspenda la orden.
¿Quién es Kilmar Abrego García?
Abrego García tenía permiso legal para vivir y trabajar en Estados Unidos, según su abogado. Era aprendiz de hojalatero y buscaba obtener una licencia de oficial.
Está casado con una ciudadana estadounidense, Jennifer Vásquez Sura, y juntos tienen un hijo con discapacidad, lo que lo hacía elegible para ciertas protecciones humanitarias bajo las leyes migratorias.
En 2019, un juez de inmigración ya había prohibido su deportación por el riesgo de persecución que enfrentaba en El Salvador, donde las pandillas lo tenían en la mira.

Entre acusaciones y contradicciones
Aunque la Casa Blanca calificó la deportación como un “error administrativo”, también intentó justificarla argumentando que Abrego era miembro de la MS-13, una de las pandillas más peligrosas del continente. Sin embargo, los abogados de Abrego aseguran que no hay evidencia de ello.
El ICE reconoció el error en el proceso, pero se excusó diciendo que fue un “descuido de buena fe” debido a una supuesta orden final de deportación.
Desde su deportación el 15 de marzo, Kilmar Abrego está recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una megacárcel impulsada por el presidente salvadoreño Nayib Bukele, aliado político de Trump. El Cecot ha sido fuertemente criticado por organizaciones de derechos humanos debido a las condiciones inhumanas de encierro.
“Un caso que nunca debería haber pasado”
La secretaria de Justicia, Pam Bondi, criticó públicamente el manejo del caso en entrevista con Fox News. Comparó los dichos del abogado suspendido con una admisión de culpa sin precedentes:
“Eso nunca sucedería en este país. Así que ahora está en licencia administrativa y veremos qué sucede”.
Mientras tanto, el futuro de Abrego García permanece en manos del sistema judicial estadounidense, que ahora debe decidir si la orden de la jueza Xinis se cumplirá, o si el error del gobierno quedará sin reparación.

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