Por qué el papa Francisco nunca volvió a Argentina durante su papado
Durante estos años, también recibió a numerosos argentinos en audiencias privadas
CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando el entonces cardenal Jorge Bergoglio partió de Buenos Aires en 2013 rumbo al cónclave que elegiría al sucesor de Benedicto XVI, pocos imaginaban que no volvería a pisar suelo argentino.
Contra todo pronóstico, fue elegido Papa y comenzó un pontificado que duró 12 años, caracterizado por un fuerte perfil social, viajes a múltiples países —incluidos varios de América Latina—, pero sin una visita a su tierra natal.
El hecho de que nunca haya regresado a Argentina, a pesar de mantener vínculos estrechos con compatriotas y seguir con atención los acontecimientos de su país, marcó una constante interrogante durante su papado: ¿por qué el primer Papa latinoamericano nunca volvió a casa?
Una relación compleja
Desde Roma, Francisco mantuvo un contacto continuo con Argentina. El pontífice intercambió cientos de cartas con conocidos como Gustavo Vera, activista contra la trata de personas y amigo cercano. En esas misivas comentaba temas tan variados como el tango, el fútbol o eventos culturales, mostrando su cercanía emocional con su país.
y actos públicos en el Vaticano. Sin edmbargo, su ausencia física alimentó una percepción de distanciamiento, que con el tiempo erosionó la imagen que muchos tenían de él.
Una encuesta del Ad: en 2013, el 91% de los argentinos veía con buenos ojos al Papa; para 2024, ese número había descendido al 64%, mientras que las opiniones desfavorables crecieron del 3% al 30%. Fue la caída más pronunciada entre los países latinoamericanos encuestados.
Más allá de la política y la religión
La desilusión que muchos argentinos expresaron dmente en debates sobre las reformas impulsadas por Francisco dentro de la Iglesia o en los reproches de los sectores más conservadores.
Tampoco se relacionaban directamente con la polémica sobre su rol durante la última dictadura militar, una cuestión que, con el tiempo, fue atenuada por testimonios que resaltaban su labor humanitaria durante esa etapa.
El punto de mayor tensión parecía ser más simbólico: a diferencia de otros íconos nacionales como Diego Maradona, Lionel Messi o la reina Máxima de Países Bajos, Bergoglio no volvió a su país, ni siquiera para una visita breve. Esto fue interpretado por algunos como una forma de desaire o desapego.
Respuestas esquivas
A lo largo de los años, Francisco evitó comprometerse con una fecha concreta para visitar Argentina. En su última declaración pública sobre el tema, en septiembre de 2024, fue claro en su ambigüedad:
Yo querría ir. Es mi pueblo, pero no está decidido. Hay varias cosas que resolver antes”.
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