Afganistán: Drogadictos en rehabilitación recurren al canibalismo en clínica dirigida por talibanes
<strong>Drogadictos en rehabilitación</strong> tienen que recurrir a comer carne humana o animales tras la situación en las clínicas de <strong>Afganistán</strong>.
AFGANISTÁN.- Luego de regresar al poder durante en Afganistán durante la segunda mitad del año pasado, los talibanes prometieron solucionar los problemas de drogadicción en el país, aún cuando pasaron años sacando provecho del opio, a la que actualmente la mayoría de las personas en tal territorio es adicta.
Seis meses después de estar a cargo de Afganistán, los talibanes se encuentran cumpliendo su promesa, pues reunieron a miles de drogadictos que vivían en las calles y los encerraron en hospitales, que más que eso recuerdan a los campos de concentración, en donde deberán permanecer por tres meses pasar ser intoxicados de golpe.
Según señala el Daily Mail, en uno de estos “hospitales” ubicado en la capital afgana, Kabul, los reclusos se encuentran en condiciones inhumanas, pues las camas se comparten entre tres personas, reciben poca o nada de comida y son obligados a comer hierba para evitar los dolores ocasionados por el hambre. Además, también hay rumores de que los adictos han tenido que recurrir a comer carne de gato e incluso a actividades caníbales para poder sobrevivir.
Mataron a un hombre y se comieron sus intestinos
Adictos en recuperación han hecho declaraciones sobre las cosas que ocurren dentro de la clínica, desde canibalismo a muerte por inanición.
Mataron a un hombre e hicieron un fuego. Tomaron sus intestinos y se los comieron.”, declaró uno de los adictos a periodistas daneses el mes pasado.
Otro de los reclusos, identificado como Abdul, indicó que es común que los “pacientes” mueran de hambre a diario porque pasan días sin comer.
“Uno cortó la cabeza de un gato y se la comió”
Por su parte, reporteros de Denmarks Radio, emisora pública del país, visitaron Afganistán el pasado 16 de enero y recibió la siguiente declaración:
“La gente comió gatos en el parque ayer. Uno cortó la cabeza del gato y se la comió”.
Afganistán, el mayor proveedor de opio y heroína
Durante muchos años, Afganistán ha sido el mayor proveedor de opio y heroína a nivel mundial, pues producen más del 80% de los suministros, mientras que en 2017 fue el año pico y lograron producir ganancias por 1.4 mil millones, según informó la ONU.
A su vez, las ganancias por los impuestos del opio y su exportación directa sirven para la financiación de los talibanes, cuyo comerció ha crecido constantemente desde 1999.
Funcionarios de la ONU señalan que entre 2018 y 2019, los talibanes probablemente ganaron más de 400 millones por el tráfico de drogas. De acuerdo con un funcionario estadounidense, citado por un informe del Inspector General Especial para Afganistán, en mayo de 2021, los talibanes obtienen hasta el 60% de sus ingresos al año de narcóticos ilícitos.
No se espera que la situación en Afganistán cambie a corto plazo
Expertos aseguran que luego de que la comunidad internacional retirara su ayuda y la economía del país se encuentre en caída libre, no se espera que la situación en territorio afgano cambie a corto plazo.
"Los talibanes han contado con el tráfico de opio afgano como una de sus principales fuentes de ingresos", dijo el jefe de la oficina de Kabul de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), Cesar Gudes a Reuters.
La accesibilidad se debe a que a mayor producción, el país logra costear medicamentos a un precio más barato y atractivo, pero en contraparte este fácil acceso ha significado que millones de afganos se vuelvan adictos, pues según una encuesta en 2015, entre 2.5 y 3.5 millones de ciudadanos padecían directa o indirectamente de la adicción.
Encierro es la única opción para acabar con las adicciones
Tras su promesa de acabar con los problemas ocasionados por las adicciones en el país y deseosos de complacer a la audiencia extranjera, los talibanes han tenido que recurrir al encierro de adictos en estos hospitales tipo prisión para que se desintoxiquen, pues no se cuenta con los medios económicos para lograr este objetivo de otra manera.
Adictos también han sido ejecutados por los talibanes
El hospital que se encuentra en Kabul y que fue visitado por Denmarks Radio cuenta con mil camas, sin embargo, se menciona que alberga a unos tres mil adictos, pues durante las redadas a usuarios de drogas, los guardias talibanes trajeron más, por lo que están obligados a dormir tres en una cama.
Otros reclusos han declarado que muchos adictos fueron ejecutados antes de llegar al hospital, además de que, debido a la escasez de comida, antes solían darles media hogaza de pan al día, pero hoy en día ni siquiera reciben eso o tienen que turnarse cada jornada para recibir un tazón de arroz.
Ante esto, los que no alcanzan comida optan por salir a la calle a comer hierbas, que a su vez les ayuda para evitar los dolores ocasionados por el hambre y que no les permiten dormir.
Pese a que los médicos muestran su comprensión hacia los adictos, ellos tampoco pueden hacer nada, pues en los últimos meses no han recibido su pago y el usar dinero de su propio bolsillo para ayudar a los pacientes sería “una sentencia de muerte lenta para sus familias”.
Pese a las evidencias, el portavoz de los talibanes ha negado que algo esté mal en Afganistán, mientras que Hasibullah Ahmadi, jefe de la oficina antidrogas de los talibanes, dijo: “Estas personas están enfermas y no saben lo que dicen”.
Afganistán en colapso económico
Tras la salida repentina de los militares estadounidenses, Afganistán se encuentra en medio de un colapso económico y un colapso total del gobierno en cuestión de días, pues, aunque los talibanes soñaban con tomas las riendas del país desde hace tiempo, la situación actual los tomó de sorpresa.
Actualmente se considera que la mitad de la población necesita algún tipo de ayuda alimentaria y la aportación extranjera es escasa, pues se teme que el apoyo quede en mano de los nuevos gobernantes islamistas.
Médicos que se encuentran en territorio afgano, informan sobre el aumento en los casos de desnutrición y enfermedades como neumonía, sobre todo en los niños, además de que el número de personas que acuden a recibir atención médica ha aumentado.
“Todos los días enviamos a varios niños directamente al hospital para recibir oxígeno y tratamiento de emergencia. Recientemente, un bebé no sobrevivió. Llamé a su madre para ver cómo estaba y me dijo que había fallecido. Es el peor sentimiento imaginable (…) A menudo no podemos tratar a todos, estamos abrumados. Hay muchas más familias enfermas por ahí. Me quedo despierto por la noche pensando en los niños a los que no podemos llegar”, dijo uno de los doctores que trabaja con Save the Children.
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