Asesino de policía recibe sentencia de muerte en San Diego, California
Jesse Michael Gómez fue encontrado culpable de asesinato en primer grado por la muerte del oficial sandieguino Jonathan J.D. de Guzmán<br />
San Diego CA.- El sujeto que baleó a dos policías municipales de San Diego en Julio del 2016, matando a uno de ellos, fue sentenciado a muerte el día de hoy.
Jesse Michael Gómez de 58 años recibió la pena capital por la muerte del oficial Jonathan J.D. de Guzmán en Julio del 2016, pero podría no ser ejecutado, pues California suspendió dichos procedimientos hace muchos años.
Guzmán patrullaba junto a su colega, Wade Irwin, quien también fue baleado.
Lo matan policías
Según Gómez al momento de la balacera él pensó que quienes se le acercaron eran pandilleros que lo querían matar, no policías.
"Es ridículo que diga que no sabía lo que ocurría" dijo el juez en el caso, por lo que Gómez dijo que lo sentía mucho.
"No entiendo cómo puedes quitarle la vida a alguien, cuando tú también eres padre (de familia)", dijo Jane de Guzmán, viuda del oficial acaecido, "recibiste el castigo que mereces", agregó pues indica le pareció que nunca mostro remordimiento.
Colega reacciona ante asesinato
Irwin por su parte dijo que extraña mucho a su colega y prometió estar presente el día que lo ejecuten "así como me tocó ver cómo ejecutaste a mi pareja".
La noche del jueves 28 de Julio del 2016, de Guzmán e Irwin patrullaban San Diego y al circular por la calle Acacia Grove Way en la zona de Shelltown alrededor de las 11:00 p.m., fue cuando vieron a Gómez y otro sujeto caminando y luego se separaron.
Según Irwin, lo siguieron en la patrulla, luego se bajaron y le preguntaron si vivía por la zona.
¿Cómo sucedieron las cosas?
De acuerdo a Gómez, la noche estaba con neblina así que no reconoció la patrulla que lo iba siguiendo, y que cuando se paró el auto se encandiló con los focos.
Como Gómez pensó que lo seguían pandilleros abrió fuego, los oficiales respondieron también con balazos y salió corriendo, pero Gómez le dio a los dos policías, matando de inmediato a Guzmán; Irwin por su parte recibió un tiro en el cuello.
Gómez, quien ya había tenido problemas con la ley, también recibió un tiro y pudo ser rastreado por los chorros de sangre que dejó al tratar de escabullirse.
Gómez fue encontrado momentos después en un barranco por la calle 38, cerca del lugar del incidente.
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