Colonial: por qué es de vital importancia para EE.UU. el oleoducto que fue objeto de un ciberataque a gran escala
Un ciberataque contra la empresa propietaria de la red de oleoductos más grande del país amenaza el suministro de combustible de la costa Este del país. BBC Mundo te cuenta sus implicaciones.
Con una orden de emergencia emitida este fin de semana, el gobierno de Estados Unidos flexibilizó temporalmente las normas que regulan el transporte de combustible en ese país.
Con esta decisión extraordinaria, que permitirá que quienes transportan por vía terrestre productos derivados del petróleo en 18 estados puedan trabajar horas extras o con horarios más flexibles, las autoridades intentan hacer frente a las consecuencias del ciberataque que sufrió el viernes pasado la mayor red de oleoductos del país, propiedad de la empresa Colonial Pipeline.
El ataque, ejecutado por un grupo de hackers denominados DarkSide, obligó al cierre preventivo e indefinido de este gigantesco sistema de tuberías, poniendo en peligro el suministro de combustible para gran parte de Estados Unidos.
La dimensión y las posibles consecuencias de esta acción criminal obligaron a que más allá del FBI, tuvieran que tomar cartas en el asunto la Casa Blanca, el Departamento de Energía y el Departamento de Transporte, entre otras agencias del gobierno.
Pero ¿por qué se considera tan grave este ataque?
Desde Texas a Nueva York
El oleoducto Colonial transporta diariamente 2,5 millones de barriles de gasolina, diésel y combustible para aviones a través de su sistema de tuberías de 8.850 kilómetros que se extiende desde Texas hasta Nueva York y que representa 45% de los carburantes que se consumen a lo largo de la costa este del país.
Fundada originalmente por un grupo de nueve compañías en 1962, Colonial Pipeline es una empresa privada que tiene su sede de Georgia y que no cotiza en los mercados de valores.
Colonial Pipeline decidió detener las operaciones en la red de tuberías tras conocer el viernes pasado que sus sistema había sido infiltrado y que eran víctima de un "ransomware", un tipo de ataque en el cual los criminales "secuestran" el sistema informático de una empresa, amenazando con mantenerlo bloqueado o con destruir o hacer públicos los datos del mismo si no reciben el pago de una recompensa.
El FBI confirmó este lunes que considera a DarkSide como responsable de este ciberataque.
Horas antes, ese grupo de hackers publicó un mensaje en internet en que el afirmaban que su objetivo es meramente económico y negaron tener vinculación con algún gobierno.
"Somos apolíticos, no participamos en geopolítica", escribieron. "Nuestro objetivo es conseguir dinero, no crear problemas para la sociedad", apuntaron.
El grupo criminal, que se presume opera desde países de Europa oriental, intentó tomar como rehén casi 100 gigabytes de datos de Colonial Pipeline, tras aparentemente haber ingresado a través de un sistema de internet en la nube que, según informó Reuters, fue desconectado desde el sábado.
Según esa agencia de noticias, DarkSide habría amenazado con difundir esos datos en internet si no cobran el rescate, pero aparentemente no lograron transferir la información fuera del sistema, por lo que quizá su capacidad para diseminar esos datos secuestrados se encuentre limitada.
Suministro interrumpido
Aunque algunas rutas menores del oleoducto están operativas, las cuatro líneas principales se encuentran cerradas y sus consecuencias ya empiezan a sentirse.
Tom Kloza, director global de análisis energético del Servicio de Información de Precios del Petróleo, considera que el cierre de esta red de suministro es un problema grave para Estados Unidos. "Podría complicar las cosas porque es la aorta yugular del país para transportar combustible desde la costa del Golfo hasta Nueva York", dijo a The New York Times.
Gaurav Sharma, analista independiente del mercado petrolero, dijo que a la BBC que el cierre del oleoducto está llevando a la acumulación de petróleo en las refinerías en Texas.
"A menos que se solucione esto para el martes, estarán en graves problemas. Las primeras áreas en verse afectadas serán Atlanta y Tennessee, luego habrá un efecto dominó hasta llegar a Nueva York", señaló en referencia a los problemas de suministro petrolero.
En una clara muestra del impacto del cierre del oleoducto Colonial, este lunes, la refinería Motiva, la más grande del país, anunció que tuvo que paralizar dos unidades de destilación de crudo debido a la paralización del oleoducto Colonial. Según Reuters, esta reduciría en 45% la producción de esta refinería que normalmente se ubica en unos 607.000 barriles diarios.
Pero, las cosas podrían ir a más.
De acuerdo con el banco de inversiones Tudor, Pickering, Holt & Co, la prolongación del cierre de esta ruta de transporte "impactaría severamente el suministro de productos refinados a la costa Este, una región con una capacidad de refinación de solamente 818.000 barriles diarios y una demanda de 5,3 millones de barriles diarios".
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