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Coronavirus en Reino Unido: las duras críticas por mal manejo de la pandemia contra el primer ministro Boris Johnson

Dominic Cumings, quien durante años fue el principal estratega del gobierno de Johnson, afirmó ante el Parlamento que el primer ministro británico "no está calificado para el cargo".

Coronavirus en Reino Unido: las duras críticas por mal manejo de la pandemia contra el primer ministro Boris Johnson

Dominic Cummings compareció ante el Parlamento durante una sesión que se extendió por más de siete horas.

"Decenas de miles de personas murieron sin necesidad".

Así de dura es la crítica de la gestión de la pandemia de parte del gobierno de Boris Johnson por parte de quien fuera uno de sus principales asesores, Dominic Cummings.

Durante una comparecencia que se extendió durante siete horas ante legisladores británicos, el exasesor describió un gobierno que no tenía un plan útil para el manejo de la pandemia del coronavirus y que estaba marcado por la indecisión y por políticas fallidas.

Para Cummings, Johnson "no está calificado para el cargo" de primer ministro.

Cummings fue uno de los principales asesores de Johnson, cuyas principales campañas y políticas marcó con su impronta. A finales de 2020, salió de gobierno como resultado de una pugna interna de poder.

Como leones guiados por burros

"La verdad es que ministros, altos funcionarios y asesores principales como yo quedamos desastrosamente por debajo de los estándares que el público tiene derecho a esperar de su gobierno en una crisis como esta", dijo.

"Me gustaría decirles a las familias de aquellos que murieron sin necesidad cuánto lamento los errores que se cometieron así como mis propios errores", agregó.

Afirmó que aquellos que están en la primera línea de lucha contra la pandemia son como "leones" que están siendo "guiados por burros".

Cummings dirigió la campaña a favor del Brexit en 2016, cuando se convirtió en un gran aliado de Johnson.

Se le atribuye haber elaborado el lema que invitaba a los británicos a "recuperar el control" de su país votando a favor del Brexit.

También fue Cummings quien diseñó la estrategia electoral de Johnson en las elecciones de 2019 basada en la oferta de "lograr hacer realidad el Brexit" y que se enfocó en arrebatar escaños al Partido Laborista en sus feudos.

La arriesgada apuesta derivó en un éxito absoluto que le concedió al Partido Conservador no solamente una mayoría en el Parlamento sino un claro mandato para salir de la Unión Europea.

Un escéptico del coronavirus reacio al confinamiento

En su comparecencia, Cummings refirió que inicialmente Johnson creía que el covid-19 no era más que una "cuento de miedo", al punto que había llegado a ofrecerse para que el jefe médico del gobierno lo inyectara en directo de televisión para demostrar que no había nada que temer ante el virus.

Cummings y Johnson se hicieron aliados durante la campaña a favor del Brexit en 2016.

Indicó que aunque el primer ministro fue informado el 14 de marzo de que apenas tenían días para actuar ante la pandemia, pues los modelos que indicaban que las infecciones alcanzarían su punto más alto en junio eran errados, no se declaró el confinamiento nacional hasta el 23 de marzo.

"Lamento amargamente no haber presionado el botón de emergencia antes", dijo Cummings, quien en retrospectiva cree que Reino Unido debió haber entrado en confinamiento a inicios de marzo.

Aseguró que el plan original de Johnson ante la pandemia era realizar una intervención limitada con la esperanza de alcanzar la "inmunidad de rebaño" y que esa estrategia solamente se abandonó cuando quedó clara la magnitud de las muertes que resultarían de la misma.

Cummings dijo haber quedado perplejo cuando el gobierno negó que hubiera tenido esa estrategia.

En cuanto a los controles de la movilidad, el exasesor gubernamental afirmó que Johnson nunca quiso aumentar los controles fronterizos para evitar la transmisión del virus, pues quería ser como el alcalde de la película Tiburón, que mantuvo las playas abiertas pese a existir la amenaza de un tiburón asesino.

En ese sentido, Cummings aseguró que Johnson pensaba que el primer confinamiento -iniciado el 23 de marzo de 2020- había sido un error, por lo que por razones económicas se opuso a un confinamiento posterior en el otoño en contra del consejo de los médicos, incluso después de haber enfermado y de haber sido hospitalizado con covid-19.

"No estaba siguiendo ningún consejo, simplemente tomaba sus propias decisiones, ignorando los consejos. El gabinete no participaba ni era consultado", relató.

Según Cummings, el primer ministro llegó a decir que prefería ver "una pila grande de cuerpos" que ordenar un tercer confinamiento, aparentemente confirmando una información que había publicado la BBC al respecto, pero que el primer ministro niega.

Cummings salió del gobierno debido a una pelea interna por el poder a finales de 2020.

Interrogado por los parlamentarios, Johnson dijo que el manejo de la pandemia es una de las cosas más difíciles que le ha tocado pasar al país en mucho tiempo y que ninguna decisión había sido fácil.

"Entrar en un confinamiento es algo traumático para un país, lidiar con una pandemia de esta escala ha sido terriblemente difícil y en cada etapa hemos tratado de minimizar la pérdida de vidas, salvar vidas, proteger el Servicio Nacional de Salud y nosotros hemos seguido los mejores consejos científicos posibles", afirmó el primer ministro.

Un ministro "incapaz"

Pese a la dureza con la que habló sobre Johnson, Cummings dirigió las críticas más feroces al secretario de Salud, Matt Hancock, de quien dijo que debería haber sido despedido por "15 o 20" cosas distintas.

El exasesor dijo que numerosas veces le pidió a Johnson despedir a Hancock, a quien acusó de tener "un comportamiento vergonzoso y criminal que causó grave daño".

Matt Hancock, el secretario de Salud, rechaza los señalamientos de Cummings en su contra.

Cummings responsabilizó a Hancock por la escasez de equipos de protección personal y criticó que hubiera fijado el objetivo "estúpido" de realizar 100.000 pruebas de covid-19 al día, lo que -en su opinión- había perturbado el esfuerzo más amplio que se hacía para establecer un sistema de detección de seguimiento de la enfermedad.

En una declaración, un portavoz de Hancock afirmó: "Rechazamos absolutamente las acusaciones de Cummings sobre el secretario de Salud".

Desde el inicio de la pandemia, más de 127.000 personas diagnosticadas con el coronavirus han fallecido en Reino Unido.


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