El aceite de cocina batió récord de aumento
Una de las principales razones es la guerra de Rusia en Ucrania.
Los precios del aceite vegetal subieron considerablemente en Febrero, rompiendo el récord, y teniendo alzas en Marzo, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
El restaurante Tahiri Balikca residido en Estambul atestigua su intento por absorber el incremento en el precio del aceite de girasol, utilizado para freír pescado, calamares y almejas. No obstante, declara que a principios de Abril se vio en la necesidad de subir el precio: los precios subieron casi cuatro veces de los del 2019.
Mahsun Aktas, trabajador del restaurante, menciona que el negocio quiso esperar a que el mercado mejorara y los precios se estabilizaran. Sin embargo, esta esperanza nunca llegó y entiende que, así como el restaurante debe subir el precio de producto, el cliente quizá ya no se pueda permitir consumirlo.
¿Por qué el precio global del aceite de cocina subió?
Como con muchos otros productos, el precio del aceite de cocina comenzó a elevarse ante la pandemia de COVID-19 por distintos motivos: malas cosechas asociadas a falta de trabajadores, además del incremento de la demanda de la industria de biocombustibles.
A este contexto se le suma la guerra en Ucrania, el país que produce casi la mitad del aceite de girasol del mundo. Rusia, país enfrentado al anterior, asimismo produce el 25 por ciento. Ucrania, ante el conflicto bélico, ha interrumpido sus entregas, y como consecuencia de ello, el precio se ha disparado.
Una de las consecuencias de la guerra
Este es un nuevo golpe para el mundo y el suministro global de alimentos, que deriva de la guerra de Rusia. Equivale no solo pérdidas para las empresas y negocios internacionales, también significa un gasto superior para los hogares y negocios pequeños en el contexto de inflación al alza. El conflicto entre ambas entidades europeas ha impulsado la elevación de costos de energía y la alimentación, un revés que afecta directamente y en mayor medida a las clases sociales bajas.
Antes del desabasto de aceite y cierre de operaciones del aceite vegetal en Ucrania, los suministros de alimentos ya se encontraban amenazados por la guerra, ya que con ella se interrumpió envíos cruciales de grano por parte de Ucrania y Rusia para el mundo, también empeorando la escasez de fertilizante que como consecuencia primera hará que la comida sea más cara y menos abundante.
Asimismo, la pérdida de fuentes asequibles de trigo, cebada y otros granos básicos para la alimentación aumenta las posibilidades de desabastecimiento y por lo tanto, inestabilidad política, en países en los que su consumo alimentario depende de estos granos para la elaboración de sus comidas básicas. Por ejemplo, Oriente Medio, África y Asia, donde millones de habitantes tienen por default tallarines y pan en su alacena.
Va en alza
Los precios del aceite vegetal batieron récord en Febrero y después volvieron a subir un 23 por ciento en Marzo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El aceite de soja vendido por la cantidad 765 dólares la tonelada en 2019, costaba de media 1.957 dólares por tonelada en Marzo, según el Banco Mundial.
Los precios del aceite de palma subieron un 200 por ciento y se espera que sigan al alza después de que uno de sus principales productores en el mundo, Indonesia, prohibiera las exportaciones de aceite de cocina desde el jueves para proteger el suministro de su propio país.
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