El río Amazonas a niveles históricamente bajos: Emergencia en 62 ciudades
La sequía ha provocado que 59 ciudades declaren estado de emergencia, con una en alerta y dos en proceso de normalización.
BRASIL.- La Amazonía brasileña se encuentra en medio de una sequía severa que ha provocado un histórico descenso en el caudal del río Amazonas y sus afluentes, afectando ya a 633,000 personas y 62 ciudades, según lo informaron las autoridades locales hoy.
El boletín diario de la Defensa Civil del estado de Amazonas, ubicado en el norte de Brasil, revela que la sequía ha llevado a 59 ciudades a declarar el estado de emergencia, mientras que una se encuentra en alerta y otras dos están en proceso de normalización, impactando a unas 151,000 familias, lo que equivale a 633,000 personas.
En medio de una de las peores sequías jamás registradas en la región, el río Negro, un afluente del Amazonas que atraviesa Manaos, la capital regional, y su puerto, ha alcanzado esta semana su nivel más bajo desde que comenzaron los registros en 1902, con tan solo 13.5 metros de profundidad.
Desde el centro de la ciudad hasta el puerto, lo que solía ser el río ahora es apenas un pequeño riachuelo, y la estructura flotante está varada, tal como pudo constatar EFE en el municipio de Manaquiri, en la región metropolitana de Manaos.
Consecuencias de la sequía
En la comunidad de Barro Alto y en la zona conocida como Poção, el olor a pescado en descomposición se torna casi insoportable debido a la presencia de miles de peces muertos que se mezclan con el lodo y son devorados por los buitres.
Para sortear los bloques de lodo que se forman, los barqueros deben demostrar habilidad para evitar quedar atascados. Los habitantes de la zona mencionan que ha habido muchas más muertes de peces, pero gracias a las lluvias de los últimos días, los animales muertos han desaparecido.
En Paraná do Barroso, donde el río Negro se une al Solimões, un banco de arena ha bloqueado el paso de las embarcaciones, dejando apenas unos treinta centímetros de profundidad en algunos tramos.
Reginaldo da Silva Gonçalves, un pescador de 42 años y residente de la comunidad de Ajará en Manaquiri, expresó a EFE: "Nunca había visto una sequía como esta" y recordó la de 2010, hasta la fecha la más severa en la región. El pescador lamento:
Este año ha sido aún más difícil. Han muerto más peces y no teníamos nada para vender. Los compradores ya no vienen, y ni siquiera podemos conseguir pasajeros para llevar. Es difícil sobrevivir. El Gobierno federal ha prometido adelantar dos tramos.
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En la comunidad de Bom Intento, el único acceso es un pequeño arroyo que queda del río, pero ni siquiera una pequeña canoa puede navegar sin ayuda. Algunas personas cruzan el río caminando sobre el lecho agrietado durante kilómetros, llevando consigo provisiones hasta sus hogares.
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