"Entrada al infierno": La misteriosa cueva escondida en Japón cuyos exploradores acabaron muertos

JAPÓN.- Una cueva escondida en Japón, conocida por los lugareños como la "entrada al infierno", fue descubierta por un explorador y, según las historias, quienes han entrado en ella han muerto.

El pequeño pueblo de Pippu, con alrededor de 4 mil habitantes, es un lugar de paso en el camino hacia la ciudad de Asahikawa, a pocos kilómetros de distancia.

Seiji Nakazawa estaba de camino hacia el norte del país cuando alguien a quien conoció en su viaje le habló de una cueva que “se rumorea que es un portal al infierno”.

A pesar de que hay muchas historias sobre la caverna, la mayoría de las personas que las contaron nunca la habían visto por sí mismas. Claro, el reportero de Sora24 se preguntó si era sólo una leyenda urbana inventada por lugareños supersticiosos, y con sólo una ubicación vaga, la zona de Minami Ichi-sen de Pippu, en la base del monte Otokoyama, se dispuso a encontrarla.

Entrada al infierno y sus historias

Esperando tener que caminar por un denso bosque para encontrar la entrada, se sorprendió al encontrar un letrero al lado de la carretera que señalaba hacia la entrada infernal. La cueva incluso podía verse con un ojo agudo desde la calle, indica la descripción del medio Mirror.

Se dice que la entrada es parte del sistema de cuevas Ahun Ru Paro, que fueron nombradas por los miembros del pueblo indígena Ainu de Hokkaido.

Una razón para la falta de información sobre la cueva podría ser que el pueblo Ainu no tenía un lenguaje escrito, lo que significa que su folklore y tradiciones tenían que transmitirse oralmente.

Una de las historias que ha pasado de generación en generación es sobre un par de ancianos que se perdieron en las cuevas y apenas lograron escapar con vida. Uno de ellos estaba empeñado en volver a las cuevas, mientras que el otro dijo que nunca volvería. El primer anciano murió poco después, mientras que el otro vivió muchos años más, lo que añade misterio a la caverna.

Advertencias en la entrada

Quizás debido a la superstición local, se ha colocado un gran letrero con las palabras "No entrar" fuera de la cueva.

La entrada está vallada, pero los “cazadores de fantasmas” determinados podrían entrar arrastrándose debajo de una barrera, dijo el reportero.

Seiji optó por seguir las advertencias y no entrar, pero fue por detrás para verificar que no era sólo un túnel. Sin embargo, encontró una pared sólida de roca, lo que significa que la única manera en que podría llevar más adentro era hacia abajo.

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