Mujer muere y su hijo termina herido tras tiroteo en un estacionamiento de Mesa; capturan a sospechoso
Una madre y su hijo fueron acribillados por un sujeto armado en el estacionamiento de un centro comercial.
MESA, Arizona.- El estacionamiento de un centro comercial de la ciudad de Mesa, Arizona, fue la escena de un crimen luego de un tiroteo registrado la mañana del 21 de noviembre.
La policía de Mesa señala que cerca de las 9:30 horas, Albert Leotta, de 27 años, llamó al 911 para informar que él y su madre de 61 años, Antoinette Leotta, habían recibido disparos en un estacionamiento cerca de Baseline y Greenfield Roads.
Albert y Antoinette estaban en vehículos separados, aparcados uno al lado del otro. Los agentes llegaron al lugar de los hechos e iniciaron las medidas de salvamento, pero Antoinette fue declarada fallecida en el lugar. Albert fue trasladado al hospital con heridas de bala que no ponían en peligro su vida", declaró la detective Brandi George, citada por medios locales.
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George indicó que varios testigos de los hechos dijeron a los oficiales que el tirador era un hombre blanco mayor que conducía una camioneta blanca y que abandonó la escena en dirección al sur a través del estacionamiento.
Un oficial ayudó a identificar la camioneta y el conductor después de que coincidiera con la descripción de un contacto que hizo en una llamada de servicio anterior. La persona fue identificada como Kenneth Montgomery, de 65 años", detalló.
Capturan al sospechoso
Poco antes de las 11:30 horas, los agentes del Sheriff del Condado de Maricopa arrestaron a Montgomery en el área de Bush Highway en el puesto de la milla 29.8.
También fue localizada su camioneta cerca de la zona recreativa de Butcher Jones por los agentes de policía de Mesa que respondieron, y quienes según George, vieron una pistola ensangrentada tirada en el tablero.
Durante la investigación, la policía tomó conocimiento de que Montgomery era un desconocido para las víctimas Albert y Antoinette.
En el informe policial, los detectives declararon que Montgomery admitió en una entrevista que había ido al estacionamiento a buscar dos coches, que creía que estaban implicados en “actividades delictivas anteriores''.
Allí, se acercó a los vehículos donde descargó su arma, disparando "tantas balas" como había en su pistola. Cuando los detectives le preguntaron a Montgomery si tenía intención de asesinar a las víctimas, respondió: "Maldita sea, cualquiera lo habría hecho".
Según el informe policial, Montgomery señaló que no se sentía culpable por haber acribillado a las víctimas, y que decidió dispararles esa misma mañana después de que la policía se pusiera en contacto con él durante una llamada no relacionada. Ahora este hombre se encuentra en la cárcel y se le impuso una fianza de un millón de dólares.
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