Mujeres afganas temen por regreso de prácticas del pasado; limitaban la libertad femenina
Miles de personas han tratado de huir del país en el aeropuerto. Pero son las mujeres quienes están más temerosas de lo que un nuevo régimen Taliban puede traer para ellas.
KABUL.- A pesar que los líderes islamistas se han comprometido a respetar los derechos humanos, la mayoría desconfían y prevén el regreso de las prácticas del pasado, que limitaban la libertad femenina.
El regreso de los talibanes al poder en Afganistán ha ocasionado preocupación entre la población del país. Miles de personas han tratado de huir del país en el aeropuerto. Pero son las mujeres quienes están más temerosas de lo que un nuevo régimen Taliban puede traer para ellas.
Para toda la nación, ver cómo todo se hundía en un instante, fue el fin del mundo", confesaba el lunes por la mañana a la AFP la estudiante afgana Aisha Khurram, de 22 años, pocas horas después de la entrada de los talibanes en Kabul.
La estudiante, que representa a los jóvenes de Afganistán ante la ONU, tenía que haber concluido sus estudios en la Universidad de Kabul en los próximos meses. Pero, desde el pasado domingo, los universitarios no pudieron volver entrar en el campus y hasta ahora, no saben que pasará con su futuro.
El mundo y los dirigentes afganos abandonaron a la juventud del país de la forma más cruel que podamos imaginar", explica. "Es una pesadilla para las mujeres que han estudiado, que piensan en un mañana mejor para ellas y las generaciones futuras".
De acuerdo con un artículo de The Guardian, las estudiantes salieron corriendo del dormitorio de mujeres de la Universidad Kabul, pues la policía les había avisado que los talibanes habían entrado a la ciudad y golpearán a cualquier mujer que no usa una burka, un velo que les cubre todo el cuerpo, con excepción de los ojos.
Esta mañana, cuando llegué a mi casa, la primera cosa que mis hermanas y yo hicimos fue esconder nuestras identificaciones, diplomas y certificados, Fue devastador. ¿Por qué debemos esconder las cosas de las que deberíamos estar orgullosas”, indicó una residente de Kabul en un artículo para el medio inglés.
Todo lo que veía a mi alrededor eran las caras temerosas y asustadas de las mujeres y las feas caras de los hombres que odian a las mujeres, que no les gusta que las mujeres se eduquen, trabajen y tengan libertad”, señala la joven.
Antecedentes de un régimen de miedo para las mujeres
Los talibanes en el gobierno impusieron una visión ultraortodoxa de la ley islámica que impedía a las mujeres estudiar o trabajar, salir de casa si no era acompañadas de un miembro masculino de su familia y les obligaba a llevar el burka —un velo integral— en público, durante 1996 y 2001.
Además, las flagelaciones y ejecuciones, incluso la lapidación por adulterio, eran prácticas habituales en las plazas y estadios de las ciudades.
En 2001, con el retiro de los talibanes, la situación no mejoró para la mayoría de mujeres, en especial en las zonas rurales.
Sin embargo, los talibanes han afirmado en varias ocasiones que respetarían los derechos humanos si regresaban al poder en Afganistán, recalcando en los de las mujeres, pero de acuerdo a los "valores islámicos".
De esa forma, los talibanes están tratando de mostrar una faceta más moderada, prometiendo respetar los derechos de las mujeres y proteger tanto a los extranjeros como a los afganos.
Pero, la mayoría se encuentra preocupada, que los talibanes vuelvan a las duras prácticas del pasado. "Todos están preocupados", dijo un ex empleado gubernamental que ahora está escondido en Kabul. "Todavía no están apuntando contra la gente, pero lo harán, esa es la realidad. Tal vez en dos o tres semanas, por eso la gente está peleando por salir ahora”.
Afganas no confían
Las afganas desconfían de las promesas de los talibanes, en especial aquellas que durante dos décadas pudieron ir a la universidad, ocuparon cargos de responsabilidad, sobre todo en la política, en el periodismo e, incluso, en el poder judicial y las fuerzas de seguridad.
En las horas recientes, mujeres reconocidas en Kabul expresaron en las redes sociales su tristeza al ver su país y toda su vida a manos de los talibanes.
Empecé el día mirando las calles vacías de Kabul, horrorizada", escribe Fawzia Koofi, militante por los derechos humanos y antigua vicepresidenta del Parlamento afgano. "La historia se repite tan rápido".
El miedo se te graba, está ahí como un pájaro negro", añade Muska Dastageer, profesora en la Universidad estadounidense de Afganistán, inaugurada cinco años después de la marcha de los talibanes. "Abre sus alas y ya no puedes respirar".
La cuenta de Twitter de Rada Akbar, una mujer de 33 años, estaba llena el lunes de emoticonos de corazones rotos. "Mi amado Afganistán se hunde bajo mis ojos", escribió en un mensaje.
En otro tuit, se mira la imagen de un hombre cubriendo con pintura blanca la foto en un escaparate de una sonriente mujer en traje de boda.
Para Akbar, dicha acción muestra que buscan "borrar a las mujeres del espacio público", porque los talibanes no permiten la reproducción de imágenes de mujeres.
Rada Akbar, pintora y fotógrafa, es conocida por sus retratos, una reivindicación de la independencia y de la herencia de Afganistán.
Reacción de la comunidad internacional
El respaldo a las mujeres afganas y las muestras de apoyo de la comunidad internacional no se han hecho esperar. Un manifiesto feminista impulsado por mujeres de todo el mundo ha sido suscrito ya por más de 30 mil personas en apenas 24 horas.
El manifiesto se abrió desde ayer lunes a los hombres, una vez culminada la primera fase simbólica.
El llamamiento llega antes de la videoconferencia de ministros de Exteriores de la Unión Europea, que este martes analizarán la situación en Afganistán, controlado ya por los talibanes; el paso siguiente será hacerlo llegar al Parlamento Europeo y a ONU Mujeres.
El manifiesto pide a la comunidad internacional que "exija del poder talibán mantener abiertas las fronteras para que todas las personas que deseen abandonar Afganistán huyendo de un poder fanático impuesto por la fuerza de las armas puedan hacerlo en unas mínimas condiciones de seguridad".
Reclama también que se "respete los deberes elementales de solidaridad y compasión humana admitiendo en los vuelos y convoyes de repatriación de extranjeros al mayor número posible de afganos y especialmente afganas en peligro inminente, hayan estado o no al servicio de Estados o instituciones que los talibanes consideran enemigos".
Y pide atención "a las mujeres en especial situación de riesgo, sea por haber desempeñado tareas profesionales prohibidas por los talibanes, asistido a escuelas y universidades, conducido su vida al margen de una moral fanática o cualesquiera otros motivos”.
Con información de Expansión
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