Shein: La marca china que hace tambalear a Zara y la industria fast fashion

ESPAÑA.- Poco a poco la marca china Shein va ganando terreno en la industria fast fashion o de moda rápida, la cual se encuentra valorada en 1.4 billones de euros y que está encabezada por el grupo español Inditex.

Basándose en Zara y gigantes del comercio electrónico y plataformas de videos cortos en Internet, Shein ha logrado posicionarse en el top tres de las empresas más valoradas de este sector, pues está valorada en más de 100 mil millones de euros, indica El País.

Shein fue ocupando un lugar importante en el mundo de millones de jóvenes gracias a que les permite renovar sus guardarropas a precios muy bajos, esto sin importar las dudas que generan sus estándares de calidad, criticas por plagio y la sostentabilidad de la marca.

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Shein el TikTok de la ropa

Expertos aseguran que Shein ha sido para la industria fast fashion una revolución similar a la llegada de TikTok a las redes sociales.

Sucharita Kodali, analista de ventas en Forrester, dijo:

Han logrado algo que parecía imposible: crear tendencias a un coste irrisorio y muy rápido. Que se cumplan estos tres factores es muy complicado. Zara dicta la moda y cambia sus escaparates con frecuencia, pero Shein ofrece miles de nuevos productos a diario y los precios más bajos del mercado”.

Shein supera a marcas de ropa en Estados Unidos

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Actualmente el éxito que ha tenido Shein es catalogado como “incontestable” principalmente en Estados Unidos. Además, el hecho de que sus prendas solo se venden por internet, también se ha convertido en la aplicación más descargada en 50 países.

A principios de mayo, Shein ocupaba el primer puesto en cuanto a las aplicaciones más descargadas en Estados Unidos, por encima de TikTok, Instagram, Twitter y Amazon.

La consultora Earnest Research indicó que, durante el primer trimestre de 2022, Shein acumula casi un tercio de las ventas totales de ropa en Estados Unidos, superando a H&M (17%) e Inditex (10%).

No hay información sobre Shein

La fama de Shein también la ha llevado a ser la tercera empresa emergente mejor valorada del planeta, después de ByteDance (China y matriz de TikTok), y de SpaceX, propiedad de Elon Musk.

Respecto a su tasación de 100 mil millones de dólares, esta es superior a la suma de las capitalizaciones bursátiles de Inditex (64 mil millones de euros) y H&M (20 mil 600 millones de euros).

No obstante, el bajo perfil que maneja Shein ha permitido que ni los fondos de inversión estadounidense que la financian, como Tiger Global y General Atlantic, ofrezcan información sobre ella. Lo cual le ha permitido evadir campañas contra posibles suspensiones nacionales como han vivido otras empresas en el último año.

¿Cómo y cuándo surgió Shein?

Shein fue fundada en Nanjing, China, en 2008 bajo el nombre de SheInside y principalmente se especializaba en vestidos de novia, pero fue hasta 2015 cuando tuvo su despegue tras la compra en solitario de Xu Yangtian, uno de sus tres fundadores. A partir del 2017, el crecimiento de Shein fue exponencial tras el cambio de su nombre y mudar la sede central a Cantón.

Fue gracias a Xu, experto en optimización para motores de búsqueda en internet (SEO), que Shein aprovechó el auge del comercio electrónico, sobre todo durante la pandemia de Covid-19.

Si bien Shein no publica los resultados de sus ventas, la consultora Sinolink Securities, estimó en 2020 que las ventas de empresa se habían disparado en un 250% de manera interanual, hasta alcanzar los 9 mil 500 millones de euros. Pero en 2021, los ingresos de Shein superaron los 14 mil 800 millones de euros, casi siete veces más de las ganancias obtenidas antes de la pandemia.

“Llega a un público joven, que cambia de opinión de un día para otro y consume por impulso. En redes se promueve que se suban fotos y vídeos con sus prendas, lo que genera un sentido de pertenencia a una comunidad (…) En su aplicación, los descuentos aparecen de forma aleatoria, lo que añade emoción a la experiencia, que se vuelve adictiva”, dijo Kodali.

Estrategia de marketing no solo ha ayudado al despegue de Shein

Aunque las redes sociales y el uso de influencers han ayudado al interés de Shein en las nuevas generaciones, la clave está en la gestión de la cadena de suministros, la apuesta por la automatización y la inteligencia artificial opina Mark Greeven, profesor de Innovación en la escuela de negocios IMB de Lausana.

Actualmente, Shein ofrece productos nuevos cada semana en lugar de por temporadas, reduciendo también el tiempo que necesita entre el diseño de nuevas piezas y su producción, pues cada semana es capaz de sacar a la venta una gran cantidad de productos con precios entre 40% y 60% más bajos que la competencia.

“El algoritmo de Shein es capaz de predecir en tiempo real las tendencias de decenas de mercados. En su plataforma aparecen diariamente prototipos de miles de prendas y, basándose en el monitoreo del comportamiento de los usuarios, es capaz de predecir la demanda y el número de artículos que realmente se necesitará en el inventario. La clave está en realizar pequeños encargos (incluso inferiores a 100 piezas) a sus diversos fabricantes, de los que Xu se ganó la confianza pagándoles con rapidez”, señala Greeven.

Al menos 300 empresas satélites trabajan para Shein

Se estima que Shein cuenta con más de 300 empresas satélites que trabajan exclusivamente para ella. Al encontrarse en el mismo lugar y utilizar el mismo software, la comunicación automatizada les permite reajustar los planes de producción sin acumular existencias, y al no tener tiendas físicas las comisiones son muy pequeñas.

Sin embargo, Greeven expone que los puntos débiles del sistema podrían salir a mostrarse en un futuro. “Su base de consumidores, de unos siete millones de usuarios mensuales activos, es muy pequeña en comparación con la de las principales plataformas de comercio electrónico. A más usuarios, mayores complicaciones para gestionar datos y mayor presión logística”, dice.

Son el ritmo de producción y el silencio que ha mantenido la empresa sobre su estrategia de sostenibilidad lo que ha provocado dudas sobre los estándares de calidad de los productos, las materias primas y las condiciones de trabajo.

Por su parte, la organización suiza de derechos humanos Public Eye denunció que los trabajadores de sus fábricas son sometidos a explotación laboral, pues llegan a trabajar 75 horas a la semana, violando la ley laboral del país, la cual indica un máximo de ocho horas diarias de trabajo y 40 semanales.

“Shein aún tiene muchos retos por delante y deberá responder muchas preguntas para ganarse la confianza del público. Si quieren crecer, deben ser transparentes”, concluyó Kodali.