Peras al olmo

Esta Entidad, olvidada e incomunicada por largo tiempo del Centro de la República, se ha forjado a través de decenios con el esfuerzo y audacia de gente venida de otras partes de México y del mundo, que la han hecho progresar en todos sentidos, incluyendo la educación y la cultura. Afortunadamente, con el paso de los años han surgido personas interesadas en dar a conocer su historia y personajes relevantes que son dignos de recordarse y reconocerse por su labor ejemplar. Los que tenemos varios lustros viviendo en estas tierras, conocimos y vivimos gran parte de su historia y a muchos de sus creadores o forjadores. En 2013 el profesor Jorge Alvarado Ramírez, tío negro de la educación en Mexicali, me envío un relato histórico titulado "Vi crecer a Mexicali", en el que se señala que nació en B.C. Sur en 1919, pero llegó a Mexicali en 1926, a la edad de 7 años y describe cómo era entonces esta ciudad, tal como la conocí yo también en los años 30, cuando llegaba al Oriente hasta el antiguo Palacio de Gobierno (actual Rectoría de la UABC) y no existía aún la colonia Nueva y en sus lotes baldíos jugaban beisbol y aterrizaban aviones. En mi último libro de ensayo histórico "Crónicas Fronterizas" (2014) comento dicho relato del maestro Alvarado, cuya biografía está en la "Historia de la Educación en Mexicali", del Prof. Hermenegildo Pérez. En mi libro saludo también el regalo que me envió el profesor Alvarado de una foto en la que está entre maestros pioneros del sindicato magisterial, entre ellos Raúl Roa, que fue mi maestro de Contabilidad en el Centro Nocturno que fundó y dirigió. Otro de los fundadores del sindicato fue Jesús Cortés Limón, padre del escritor Luis Cortés Bargalló, que me dio clases en el Instituto de Agua Caliente. Felices tiempos y recuerdos. En mi labor docente me tocó conocer a muchos maestros eméritos, la mayoría de los cuales están (sus biografías) en la historia mencionada y en la obra "Maestros de Baja California", de Julio Rodríguez Barajas (3 tomos), y a propósito de esta obra, de los dos últimos tomos fue coautor el maestro Rafael Chávez Carrillo, cuya biografía y la mía están en el primer tomo publicado en 1997. Haciendo un recuento de maestros longevos, me place recordar las palabras de mi amigo periodista Nacho Aguirre, que al saludarme en el homenaje que se me rindió al cumplir 50 años en este oficio, me dijo: "Ya quedamos pocos" y también maestros de la vieja guardia quedamos pocos; el año anterior falleció mi amigo Nicho Hirales, de 92 años de edad, mientras yo cumplí 89. En 1940 llegó a Mexicali el maestro Rafael Chávez Carrillo y se inició como docente fundando una escuela en el Valle. Nació en Colima en 1916, en octubre; yo nací en septiembre de 1926 y, si vivo, este año cumpliré 90 años y mi amigo 100; Dios le conceda esa dicha, porque será digno de celebrarse tanto por la vida vivida como por su trayectoria de maestro. Coincidentemente también, el año 2000 recibimos juntos con otros maestros que estamos en una fotografía en el libro "Rosarito. Ensayo Monográfico", donde está la sede de la Fundación Acevedo, que otorga dicha presea. Esas fotos son históricas, memorables, de gratos recuerdos y para este modesto escribidor es un honor estar cerca de personalidades como la del emérito maestro Chávez Carrillo y otros educadores destacados. El autor es escritor.